Revista Cultura y Ocio
Tenía ganas de ver esta película de Todd Hayne; eran muchas las expectativas que tenía puestas en ella; y como suele suceder cuando algo se espera que sea no bueno sino magnífico me sentí algo defraudado al salir de la sala tras su finalización. En efecto, no había sido esa película fastuosa que esperaba; sin embargo lo que vi me pareció un muy buen producto cinematográfico confeccionado con muchas piezas, dispares en principio: romanticismo, road movie, erotismo, periodismo, arriba y abajo, descubrimiento iniciático... Todos estos ingredientes que no sorprenden están debidamente dosificados y sirven para conformar el buen film del que todos hablan excelencias. ¿Por qué se dicen tantas cosas buenas de él?
Si he decir verdad pienso que la excelencia del film radica principalmente en la historia que presenta: Una adinerada mujer madura, Carol (Cate Blanchett), descubre en unos grandes almacenes a una bellísima dependienta, Therese (Rooney Mara), que también se siente inexplicamente atraída por ella. A partir de aquí conocemos la vida de uno y otro personaje: Carol está en proceso de separación de Harge (Kyle Chandler ), su marido, con quien tiene una niña, Rindie (Sadie Heim), a la que adora. Por su parte Therese lleva una anodina existencia en un trabajo que no le gusta nada pues a ella lo que le gusta es la fotografía artística; tiene una relación con un compañero de los Grandes Almacenes donde trabaja y recibe solicitudes de otro chico que trabaja en el New York Times que la anima a proseguir en ese mundo de la fotografía proponiéndole contactos dentro del periódico.
Carol ya ha vivido relaciones con otras mujeres, en especial con su amiga Genevieve (Carrie Brownstein) con la que ahora mantiene solo un relación de amistad. Por su parte, Therese es la primera vez que se siente enamorada de una mujer. La relación se consumará como consecuencia del chantaje emocional que el marido le hace a Carol amenazándola con no dejarle ver a su hija si se separan. Concretamente, le dice, la acusará de conducta inmoral a fin de que el juez le quite la custodia de su hija. Por ello, Carol decide desaparecer de la ciudad un tiempo en un viaje sin destino al que invita a Therese a acompañarla. Este es el viaje que Therese realizará, un viaje en todos los sentidos: profesional, pues abandonará su trabajo en los almacenes; emocional, pues dejará a su novio a fin de ver qué le supone esta nueva experiencia; geográfico, pues se sumerge en el interior de los EEUU que desconocía; y, por último, un viaje en la escala social que la llevará a tocar los gustos y espacios reservados a la clase alta a la que Carol sin duda alguna pertenece.
La historia amorosa se muestra en el film acompañada de una hermosa fotografía que corre de la mano de Edward Lachman. La película se ha rodado en 16 mm y no en digital, o sea, Haynes ha elegido un formato de rodaje antiguo que da una textura grumosa e íntima al relato. Esta textura con unos planos muy próximos a la par que en ocasiones con ciertas veladuras me recordaron mientras veía el film esas películas que en los años 70 mostraban relaciones lésbicas tipo "Bilitis". Pero, atención, mientras que en esos filmes eróticos de los 70 y 80 lo que se buscaba era presentar la relación física sin más, aquí la relación física aparece sólo como apoyo necesario para mostrar la evolución personal que está experimentando Therese.
Esta Therese está fantásticamente actuada por la joven Patricia Rooney Mara nacida el 17 de abril 1985 en Bedford, Nueva York. Mara Rooney es graduada en psicología y política social internacional y desde luego sus conocimientos de psicología los demuestra en esta película donde compone un muy convincente personaje. Pese a su juventud Rooney Mara ya ha participado en películas importantes como "La red social" de David Fincher en la que hace el papel de la novia de Zuckerber. Tras este papel David Fincher la eligió también para interpretar a Lisbeth Salander en el remake americano de la trilogía literaria Millennium de Stieg Larsson, imponiéndose para el papel por encima de actrices tan importantes como Natalie Portman , Scarlett Johansson o Jennifer Lawrence. A mí esta actriz, en esta película, me ha recordado muchísimo a la inolvidable y bellísima Audrey Hepbun de "Charada", " Sabrina" o"Desayuno con diamantes".
Decía antes que la bondad del film está sobre todo en el asunto que presenta: la
ocultación o no de la inclinación homosexual en la América de los 50, un momento en que USA está prosperando increíblemente y la mujer no quiere volver a recluirse en su papel sumiso y tradicional anterior a la segunda guerra mundial. Y este asunto se toma de la novela de Patricia Highsmith (1921 - 1995) de la que toma título la película y que dado el tema que tocaba la propia autora no se atrevió a publicar con su nombre auténtico haciéndolo bajo el seudónimo de Claire Morgan el año 1952. No será hasta 1989 que la novelista se atreva a confesar su autoría. El porqué de la ocultación no era otro que el carácter ciertamente autobiográfico de la anécdota inicial de la que parte la historia relatada en ella según contó la propia escritora en el prólogo de la edición de1989 donde explicó que teniendo ella unos 22 años y trabajando temporalmente en los almacenes Bloomingdale se prendó de la belleza de una misteriosa mujer que se aproximó a su mostrador. Esta emoción -confiesa- la llevó literalmente ba enfermar y fue durante la enfermedad que imaginó toda la historia que constituiríab su novela "El precio de la sal" luego titulada definitivamente "Carol". También en ese prólogo manifestaba la alegría que le había proporcionado el que muchas mujeres que la habían leído (su éxito fue increíble) le confesaran la liberación que su lectura les había supuesto.
"Carol" que viene de ganar el "Premio a la mejor actriz" para Rooney Mara, sin embargo no ha obtenido ninguno de los cinco globos de Oro para los que estaba nominada y -no quisiera ser agorero- pero mucho me temo que le pueda pasar lo mismo en los Oscar que se celebran a finales de este mes. ¿Por qué digo esto? Además de porque este año la cosecha de películas ha sido magnífica y la competencia es mucha, sencillamente porque es una historia muy bien llevada pero presentada de un modo poco novedoso si bien con dos actuaciones espectaculares de Cate Blanchett y de Rooney Mara.
¿Estáis de acuerdo conmigo o pensáis que he sido algo duro con ella?
Si he decir verdad pienso que la excelencia del film radica principalmente en la historia que presenta: Una adinerada mujer madura, Carol (Cate Blanchett), descubre en unos grandes almacenes a una bellísima dependienta, Therese (Rooney Mara), que también se siente inexplicamente atraída por ella. A partir de aquí conocemos la vida de uno y otro personaje: Carol está en proceso de separación de Harge (Kyle Chandler ), su marido, con quien tiene una niña, Rindie (Sadie Heim), a la que adora. Por su parte Therese lleva una anodina existencia en un trabajo que no le gusta nada pues a ella lo que le gusta es la fotografía artística; tiene una relación con un compañero de los Grandes Almacenes donde trabaja y recibe solicitudes de otro chico que trabaja en el New York Times que la anima a proseguir en ese mundo de la fotografía proponiéndole contactos dentro del periódico.
Carol ya ha vivido relaciones con otras mujeres, en especial con su amiga Genevieve (Carrie Brownstein) con la que ahora mantiene solo un relación de amistad. Por su parte, Therese es la primera vez que se siente enamorada de una mujer. La relación se consumará como consecuencia del chantaje emocional que el marido le hace a Carol amenazándola con no dejarle ver a su hija si se separan. Concretamente, le dice, la acusará de conducta inmoral a fin de que el juez le quite la custodia de su hija. Por ello, Carol decide desaparecer de la ciudad un tiempo en un viaje sin destino al que invita a Therese a acompañarla. Este es el viaje que Therese realizará, un viaje en todos los sentidos: profesional, pues abandonará su trabajo en los almacenes; emocional, pues dejará a su novio a fin de ver qué le supone esta nueva experiencia; geográfico, pues se sumerge en el interior de los EEUU que desconocía; y, por último, un viaje en la escala social que la llevará a tocar los gustos y espacios reservados a la clase alta a la que Carol sin duda alguna pertenece.
La historia amorosa se muestra en el film acompañada de una hermosa fotografía que corre de la mano de Edward Lachman. La película se ha rodado en 16 mm y no en digital, o sea, Haynes ha elegido un formato de rodaje antiguo que da una textura grumosa e íntima al relato. Esta textura con unos planos muy próximos a la par que en ocasiones con ciertas veladuras me recordaron mientras veía el film esas películas que en los años 70 mostraban relaciones lésbicas tipo "Bilitis". Pero, atención, mientras que en esos filmes eróticos de los 70 y 80 lo que se buscaba era presentar la relación física sin más, aquí la relación física aparece sólo como apoyo necesario para mostrar la evolución personal que está experimentando Therese.
Esta Therese está fantásticamente actuada por la joven Patricia Rooney Mara nacida el 17 de abril 1985 en Bedford, Nueva York. Mara Rooney es graduada en psicología y política social internacional y desde luego sus conocimientos de psicología los demuestra en esta película donde compone un muy convincente personaje. Pese a su juventud Rooney Mara ya ha participado en películas importantes como "La red social" de David Fincher en la que hace el papel de la novia de Zuckerber. Tras este papel David Fincher la eligió también para interpretar a Lisbeth Salander en el remake americano de la trilogía literaria Millennium de Stieg Larsson, imponiéndose para el papel por encima de actrices tan importantes como Natalie Portman , Scarlett Johansson o Jennifer Lawrence. A mí esta actriz, en esta película, me ha recordado muchísimo a la inolvidable y bellísima Audrey Hepbun de "Charada", " Sabrina" o"Desayuno con diamantes".
Decía antes que la bondad del film está sobre todo en el asunto que presenta: la
ocultación o no de la inclinación homosexual en la América de los 50, un momento en que USA está prosperando increíblemente y la mujer no quiere volver a recluirse en su papel sumiso y tradicional anterior a la segunda guerra mundial. Y este asunto se toma de la novela de Patricia Highsmith (1921 - 1995) de la que toma título la película y que dado el tema que tocaba la propia autora no se atrevió a publicar con su nombre auténtico haciéndolo bajo el seudónimo de Claire Morgan el año 1952. No será hasta 1989 que la novelista se atreva a confesar su autoría. El porqué de la ocultación no era otro que el carácter ciertamente autobiográfico de la anécdota inicial de la que parte la historia relatada en ella según contó la propia escritora en el prólogo de la edición de1989 donde explicó que teniendo ella unos 22 años y trabajando temporalmente en los almacenes Bloomingdale se prendó de la belleza de una misteriosa mujer que se aproximó a su mostrador. Esta emoción -confiesa- la llevó literalmente ba enfermar y fue durante la enfermedad que imaginó toda la historia que constituiríab su novela "El precio de la sal" luego titulada definitivamente "Carol". También en ese prólogo manifestaba la alegría que le había proporcionado el que muchas mujeres que la habían leído (su éxito fue increíble) le confesaran la liberación que su lectura les había supuesto.
"Carol" que viene de ganar el "Premio a la mejor actriz" para Rooney Mara, sin embargo no ha obtenido ninguno de los cinco globos de Oro para los que estaba nominada y -no quisiera ser agorero- pero mucho me temo que le pueda pasar lo mismo en los Oscar que se celebran a finales de este mes. ¿Por qué digo esto? Además de porque este año la cosecha de películas ha sido magnífica y la competencia es mucha, sencillamente porque es una historia muy bien llevada pero presentada de un modo poco novedoso si bien con dos actuaciones espectaculares de Cate Blanchett y de Rooney Mara.
¿Estáis de acuerdo conmigo o pensáis que he sido algo duro con ella?