Bueno, eso espero. Dentro de un mes tengo una nueva analítica para controlar que todo sigue bien, pero el médico es optimista y cree que todo ha vuelto a la normalidad.
El otro día me escribió Bea, embarazada y con hipertiroidismo también, un poco preocupada. Para ella y para otras futuras mamás que me puedan leer, recopilo y resumo cómo ha sido mi caso, y vaya por delante que todo ha ido bien, el embarazo, la niña y yo.
Poco después de saber que estaba embarazada empecé a encontrarme “rara”. Tenía taquicardias, dormía mal, tenía un hambre voraz y aunque comía mucho perdí en un mes tres kilos, comiendo más que nunca. El ginecólogo enseguida sospecho lo que podía ser, y se confirmó en la primera analítica, así que me citaron con el endocrino.
Al principio estuvimos muy preocupados. ¿Tengo un exceso de hormonas? ¿Justo ahora que se están formando los órganos de mi bebé? ¿Eso no puede ser bueno, verdad….?
El médico dijo que, de haber problemas, sería más adelante, pero que si el tiroides estaba bien controlado no tenía que haberlos. Y así ha sido.Empecé a tomar un antitiroideo, el que se cree más seguro para la gestación, pero aún así con cierta incertidumbre, claro. Después de unas seis semanas empecé a encontrarme mucho mejor. Desde entonces los controles han sido mensuales para ir ajustando la dosis de antitiroideo (Propycil).
En el último trimestre, como creo que es lo habitual, el problema mejoró mucho. Y en el postparto, que es cuando suele agudizarse de nuevo, no fue así, lo que me hizo ser optimista ya que el hipertiroidismo había aparecido con el embarazo y parecía que iba a desaparecer con el “desembarazo”. Un mes más tarde volvía a estar en el límite en los valores de las hormonas tiroideas, pero ahora parece que estoy en valores normales de hormonas y anticuerpos. Todo este tiempo el médico me ha ido regulando y ajustando la dosis de Propycil.
A la Chiquinina se le hizo una analítica sanguínea a los diez días de nacer y todos los valores referentes a su función tiroidea, por la que yo estuve también preocupada al estar medicándome durante el embarazo, resultaron ser estupendos.
Con la dosis de Propycil que he estado tomando en el postparto he podido darle el pecho a la niña sin problema, aunque sobre esto también tuve dudas al principio.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado ( ¡espero!)