Revista Insólito

Carrascal de Velambélez y la ruta de la pintura mural renacentista

Publicado el 10 agosto 2024 por Monpalentina @FFroi

100 estampas de Salamanca

💨 En el "foco noroeste" de Salamanca hay ocho templos que son el núcleo de la ruta, pero el conjunto más amplio, mejor conservado con gran riqueza decorativa y cromática y el más original, es el de la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Carrascal de Velambélez.


Carrascal de Velambélez es una pequeña pedanía en el oeste de Salamanca, en la comarca de Ledesma, que apenas cuenta con una decena de habitantes dedicados a la explotación agraria, una aldea con apenas unas casas de entre las que sobresale la iglesia que guarda un gran tesoro: un conjunto mural de pinturas que destacan por su extensión dentro del grupo de pintura popular conservadas en el noroeste de Salamanca, suroeste de Zamora, y zona fronteriza portuguesa, en lo que se ha denominado la Ruta de los Murales de la Edad Moderna. Son un foco propio de decoración pictórica realizado en iglesias rurales en torno al siglo XVI, una moda decorativa, ejemplos de la religiosidad popular de la época. Los temas que poblaban los muros de las iglesias eran narraciones del evangelio y vidas de santos, así servían de enseñanza para las gentes que apenas sabían leer.

Son pinturas ejecutadas por el mismo grupo de maestros o taller de distintos pintores y oficiales, cuya técnica siempre era la misma, la pintura al fresco, una técnica complicada y difícil que requería de una enorme preparación técnica puesto que no admite rectificaciones.

En el "foco noroeste" de Salamanca hay ocho templos que son el núcleo de la ruta, pero el conjunto más amplio, mejor conservado con gran riqueza decorativa y cromática y el más original, es el de la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Castillo de Carrascal de Velambélez, un auténtico tesoro sobre sus paredes. La iglesia es del siglo XV, construida sobre otra románica del siglo XII, de una sola nave y cabecera rectangular. Las pinturas murales renacentistas del templo permanecieron ocultas detrás del retablo barroco y fueron descubiertas en los años 80 y restauradas en 1994.

El conjunto está compuesto por distintas escenas bíblicas. El cabecero de la iglesia representa un retablo fingido, decorado a modo de tapiz de gran riqueza cromática, cubre completamente el presbiterio, con tres calles y dos cuerpos y presenta escenas de la vida de la Virgen y de la infancia de Cristo. La Presentación del Señor es su tema central.

Si en las anteriores escenas predominaba el color, los muros laterales del ábside se pintaron con grisallas y una especie de esgrafiados, aquí se narra la Pasión de Cristo.

La iglesia de Nuestra Señora del Castillo está inserta el Plan Románico Atlántico para la conservación del patrimonio cultural que incluye proyectos de restauración, conservación y puesta en valor del patrimonio. Estas pinturas constituyen una manifestación artística popular, original y de gran calidad que sin duda van a contribuir al desarrollo de la zona, ya que al atractivo paisajístico se une el interés artístico de innegable calidad.

Carrascal de Velambélez y la ruta de la pintura mural renacentista


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