Carriles pa dar vuelta

Imaginémonos este escenario que seguramente mas de uno conoce. Una calle de cuatro carriles, dos en cada sentido, mas uno central marcado con líneas amarillas. La función principal de este carril central es la de permitir que en ella se detengan los coches que quieren girar a la izquierda para entrar por alguna bocacalle sin interrumpir el resto del tráfico, y que los que salgan puedan incorporarse a a circulación de manera mas sencilla. O por lo menos eso es lo que dice la teoría y las normas del buen convivir trafiqueril.

Pero claro, resulta que a las 7:30

la mañana todos nos ponemos de acuerdo para ir a trabajar, a llevar a los críos al cole, o todo lo anterior junto. Por ello el tráfico en ciertas horas del día se pone poco mas que imposible. Y claro, ya sabemos esa costumbre de salir con el tiempo medido milimétricamente pero sin contar con el atasco monumental. Por lo que al llegar al encagote de coches y ver este carril, ahí solito, sin ser usado, nunca falta el espabilao que decide aprovecharlo. Y bueno, quien dice un espabilao, dice 200 mas un mexiñol, tú sabes, estamos todos desesperaos por llegar a nuestro puesto de trabajo para apoyar a la construcción de una mejor sociedad… (¿No se ha visto demasiado hipócrita este último comentario?). La cosa es que te cambias a este carril  para adelantar a los demás coches, cuyos conductores te mirarán con cara de entre envidia y ganas de pegarte un tiro. Con esto se ahorran unos minuticos de espera con la intención de llegar a tiempo a marcar la tarjeta de entrada al currelo.

Claro, que al llegar a una bocacalle puede ser que te encuentres de frente con el coche que quiere meterse a la izquierda. O que tal si en lugar de calle, en ese punto en particular es donde se da la vuelta a la izquierda para entrar a alguna de las grandes empresas locales (como por ejemplo la de Pelotones ombligueros) con cientos de currelas. Como los currelas empiezan a tener problemas para acceder a la planta, Don Pelotíllez manda poner unos bidones para proteger a sus currelas que no tengan un accidente a 5 metros de llegar al complejo industrial. No es necesario pedir permiso a la polesía, ellos comprenden la situación. ¿Que hacen…mos entonces los espabilaos? Sin problema, los 200 espabilaos (mas el mexiñol), buscan la forma de sacarle la vuelta al bidón, no importa que se invada el carril de sentido contrario, el que quiere entrar a Pelotones ombligueros que se joda (a fin de cuentas trabaja con el principal competidor de nuestra gran empresa, Pelotillas ombligueras).

¿Que pasa con los polesías?, se preguntará mas de uno, ellos están en algún punto intermedio entre todos los espabilaos, porque también tienen su corazoncito y les desespera el tráfico, o bueno, si ya tienen mucha prisa entonces encienden la sirena y se van en sentido contrario adelantándonos a todos. Y claro, siguiendo su ejemplo nunca falta algún autobús que pone en práctica esa forma de saltarse el tráfico pero sin sirena(y cuando no lo ve el polesía claro está), los que vengan en sentido contrario que se aparten porque los aplasta. Y ya que va él, dos o tres mas espabilaos todavía que el resto se van atrás del autobús que les abre camino (el mexiñol nunca ha sido uno de esos, aunque mas de una vez se ha sentido tentado de hacerlo).