En septiembre de 1981, un autobús sufrió un trágico accidente en la localidad toledana de Quintanar de la Orden. En él venían en dirección a Murcia gentes que habían asistido a la fiesta anual del PCE, legalizado unos cuatro años atrás. Murieron 27 de sus pasajeros (entre ellos, el secretario regional, Agustín Sánchez Trigueros) y yo, que iniciaba mis incursiones radiofónicas en aquel entonces, marché de enviado especial de Radio Juventud. Ése será siempre un episodio de los que difícilmente podré olvidarme mientras viva.
Una vez que los cadáveres fueron trasladados a la Región, se celebró en la Catedral de Murcia un multitudinario funeral. Tremenda paradoja en esos años tan complicados: comunistas rezando. Aquel oficio, que presidió el obispo Azagra, contó con la presencia del entonces secretario general del PCE, Santiago Carrillo, quien, respetuoso, asistió en primera fila a la ceremonia religiosa.
De aquello me he acordado esta tarde al conocer que, a los 97 años, acaba de fallecer. Y también de lo que un compañero de la radio, en medio de la conmoción del momento, me preguntó en directo desde los estudios, mientras realizábamos la retransmisión de la misa y que me dejó casi sin habla: “Oye, Manolo, ¿te has fijado si Carrillo se santigua?”
*Fotografía del diario La Verdad de Murcia