Madres y/o padres haciendo equilibrismos en una escalera mecánica con un carrito. Es una situación con la que cada día me encuentro más frecuentemente... aunque, ¿quién sabe? quizá es que esté más sensibilizada con el tema y me fije más a menudo. En cualquier caso, lo cierto es que hoy en día cada vez hay más escaleras mecánicas (transporte público, centros comerciales, tiendas, museos, etc.) y cada vez son más las familias que siguen manteniendo su ritmo de vida con la llegada de un bebé.
La cuestión es que yo creo que carritos de bebés y escaleras mecánicas son incompatibles. A nadie se le ocurriría intentar subir o bajar a una persona en silla de ruedas por una escalera mecánica, por peligroso, por incapacidad para controlar la velocidad de subida o bajada, el peso, etc... Y quizá porque la persona que se desplaza en silla de ruedas nos expresaría su deseo de no jugarse el tipo en uno de esos dispositivos por ahorrarse un par de minutos.
En cambio, con los carritos de bebés no se nos cruzan esas ideas por la cabeza. Total, el peque está más feliz que una perdiz haciendo gorgoritos mientras mira a mamá o durmiendo plácidamente. Su opinión ni es pedida ni podría expresarla. Cada día son más escaleras mecánicas las que incluyen un símbolo de "prohibido carritos" y no es por lavarse las manos, es porque es realmente peligroso. Y no lo digo por arengar, lo digo porque he experimentado en mis propias carnes alguna situación que sin llegar a convertirse en un accidente, me hizo replantearme el tema y optar siempre por el ascensor aunque tuviera que dar una vuelta tremenda o por una escalera convencional en la que yo puedo controlar la velocidad de subida o bajada, sujetar el carro a mi manera o pedir la ayuda de alguna persona...
Hoy lo he vuelto a ver un par de veces. Y al final con la reflexión con la que me he quedado es con lo que nos facilitan la vida los portabebés en este tipo de situaciones. Y es que, si su uso estuviera tan extendido como el de los carritos, sería cuestión simplemente de pensar "hoy dejo el carrito en casa y me llevo el fular que voy a un sitio lleno de desniveles y no quiero renunciar a utilizar las escaleras mecánicas".
No se trata de elegir entre carrito y portabebé, sino de usarlos de manera complementaria y luego elegir como "medio de transporte" principal para el bebé el que más se adapte a nuestros gustos y ritmo de vida... Máxime teniendo en cuenta que hoy en día se considera a las mamás que llevan a los bebés en su carrito como "personas de movilidad reducida", o así lo manifiestan las autoridades madrileñas en este artículo: Bebés a bordo.
Y es que hoy en día nos venden la maternidad como un proceso maravilloso en el que "no hay que renunciar a nada", pero luego casi nos dejamos convencer de que un carrito es la única manera de llevar a un bebé, sin contemplar otras posibilidades, aunque nos suponga renunciar a nuestra movilidad y convertirnos "temporalmente" en "persononas de movilidad reducida".
Todo esto simplemente para recordar a todos los conductores de carritos para bebés que, por favor, busquen métodos alternativos a las escaleras mecánicas para salvar desniveles en el transporte colectivo, centros comerciales y otros espacios públicos. Siempre hay una alternativa y si no quieres renunciar a las escaleras mecánicas (no es para menos, que mi hijo de cuatro años sigue diciendo de vez en cuando que son mágicas), plantéate alternativas al carrito.