Carros de fuego impulsaron la humanidad

Dos descubrimientos marcaron definitivamente nuestro devenir sobre la faz de la Tierra. Gracias a ellos el hombre pudo abandonar su estado simiesco y empezar a manipular y sacar provecho para nuestro desarrollo y bienestar. Nos permitió asentarnos, fomentar la comunidad, la colaboración, la domesticación de especies animales y vegetales silvestres, y el desarrollo de la agricultura, la ganadería, la minería y metalurgia y la pesca y la navegación, y con ello una cultura que nos metió de lleno en la civilización y el desarrollo tecnológico.

Al principio sólo podíamos temer a la fuerzas de la naturaleza, hoy las comprendemos y podemos darle una explicación y aprovechar sus energías en nuestro beneficio. El Homo erectus, cuando se se puso en marcha tenía en lontananza Eurasia, el Homo sapiens mira a los confines del Universo.

La llama del fuego

El gran descubrimiento de la humanidad por antonomasia. El que, según los expertos, nos hizo humanos y que nos llevaría a convertirnos en las personas que somos hoy. El día en que un homínido aprendió a hacer fuego, frotando con las manos una vara de madera o chasqueando dos pedernales, dimos un pequeño paso para el hombre pero inmenso para la humanidad.

Según una hipótesis científica, el salto del Austrolopiteco afarensis (de aspecto simiesco) al Homo erectus (de aspecto humano) sólo era posible por el descubrimiento y manipulación del fuego hace 1,8 millones de años. Sólo había un problema. Homo erectus pudo haberlo tomado en fuentes naturales (incendio) pero no sabía como reproducirlo, y su quebradero de cabeza era cómo mantener viva la llama y cómo transportarlo. Siguiendo la hipótesis, el hecho de poder cocinar y ablandar sus alimentos al fuego y variar su dieta, y en cantidad, proporcionó al Homo erectus unos nuevos rasgos morfológicos.

• Mandíbulas y dientes más pequeños, ya no era necesario una mandíbula robusta ni dientes largos y cortantes.
• Un tracto intestinal más corto, ya que el fuego ablandaba las duras fibras de los tejidos animales y vegetales.
• Cerebros más grandes pues cocinar alimentos proporciona mayor cantidad de calorías, lo que conlleva el desarrollo de más áreas cerebrales y mayor cantidad de energía para el organismo.
• Una complexión más parecida a la nuestra por el mayor aporte energético y proteínico, incluso eran de mayor talla que sus descendientes los neandertales y el homo sapiens, aunque no se ha hallado evidencia de que el tamaño corporal tenga relación con una dieta abundante en calorías.

Hoy día está comprobado que el desarrollo de una persona no puede prosperar con una dieta cruda, por ejemplo, las mujeres dejan de menstruar, en defecto de la reproducción.

Un avance que no se puede atribuir directamente al fuego, el lenguaje, el Homo erectus no hablaba.

Dos peros científicos a esta hipótesis. No hay vestigios del uso del fuego en aquel tiempo, y que Homo erectus no llevó el fuego consigo a Europa ¿Cómo llegó entonces?

Los científicos no saben aún a ciencia cierta cuando empezó el uso del fuego. No se han encontrado evidencias más allá de hace 400.000 años, cuando apareció en Europa el Neandertal, que podría ser el primero en haberlo usado. Uno de los últimos hallazgos vestigios de uso neandertal del fuego fue en la “Cueva Wonderwerk”, en el desierto de Kalahari, que data de hace 300.000 años.

El impulso de la rueda

Su primer uso fue como torno de alfarero. Pero, el hito vendría cuando a alguien se le ocurrió unir dos ruedas con un eje para construir un vehículo pensado para transportar cargas pesadasy tirado por animales. A partir de ahí se pudo desarrollar todo su potencial.

De los primeros vestigios del uso de la rueda como vehículo (carro) se han hallado en la civilización sumeria 3500 años a.C., que rápidamente se extendió a Eurasia y Oriente Medio.

En Centroeuropa, Rusia y Ucrania aparecen representados carros en cerámicas, en sacrificos rituales y enterrado en túmulos mortuorios entre 3500-2000 años a. C.

En Sumeria vuelve a aparecer una representación de su uso como carro de guerra 2500 años a.C, y los Hititas construyeron sus carros de guerra con ruedas y ejes de hierro 1500 años a. C.

La rueda llegó más tarde a América. El primer vestigio aparece en un conjunto de petroglíficos en Utah hace unos 2000 años.

El por qué este invento llegó tan tarde a nuestra civilización quizás tenga su explicación en que nuestra escuela de ingenieria es la naturaleza, y en ésta no existe la rueda. Por lo que se considera el invento de la rueda como el primero realmente humano. En todo caso, junto a la manipulación del fuego, fueron dos de los mayores hitos de nuestro progreso.

La familia Homo

Hace unos dos millones de años aparecimos los homínidos en la depresión de Afar, en Etiopía. El primero de ellos, Australopiteco afarensis, “Lucy”, nuestra madre ancestral, dio paso Homo habilis, que ya usaba objetos como herramienta, y Homo naledi, Homo rudolfensis, Homo ergaster, el trabajador y al Homo erectus, que tal vez descubrió el fuego y erguido atravesó Africa destino a Europa.

Más allá de las Torres de Hércules, se expandió y creció rápidamente, dando lugar a otras especies nuevas, el Homo antecesor, el explorador, hace 900.000 años,  el Hombre de Flores, de pequeña complexión por su aislamiento en la Isla de Flores, el Homo denisova, nuestro primo común, el Homo heidelbergensis, emparentado con neandertal, Homo neandertalensis, Homo denisova, quizá un híbrido de sapiens y Homo sapiens.

Recientes estudios del genoma del Neandertal revelan que hubo hibridaciones, incluso con el Homo erectus. Hace uno 30.000 años desapareció el último Neandertal y nos quedamos sólos, aunque según una hipótesis científica pudimos habernos hibridado, lo que supondría que vive en nosotros, no sólo él, sino todos los anteriores.

En 2017 se hallaron en Marruecos los restos de lo que podría ser la primera familia sapiens. Un reflexión más profunda a la vista de las ligeras diferencias morfológicas a llevado a algunos expertos a proponer que tal vez se trate de un “pre-sapiens” que vivió hace 300.000 años.

En la cueva del ciervo rojo, en China, se hallaron los restos del Hombre de la cuerva del ciervo rojo o Hombre del ciervo rojo, con rasgos arcaícos y modernos, lo que hace suponer a los científicos que se trata de una línea separada del sapiens que se extinguió sin aportar su huella genética o quizá un híbrido.

Carros de fuego

El descubrimiento del fuego impulsó nuestra humanidad, y con la metalurgia forjamos nuestros carros metálicos que nos aceleraron en el tiempo, y carabelas con las que surcamos los océanos hasta las costas del Nuevo Mundo. El avance tecnológico y la aeronaútica nos llevó a una nueva dimensión espacio-temporal.

No sabemos hasta donde llegará nuestra especie. Los expertos reflexionan sobre las nuevas tecnológias digitales y las que están por venir y deducen que nos conducirá a una reducción de las capacidades intelectuales y cognitivas de nuestro cerebro, dando lugar, tal vez, a una nueva especie humana y, tal vez, nuestra extinción, al igual que las llamas del fuego extinguieron al Homo erectus.