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Carrusel Bloguero: esas grandes anécdotas roleras

Publicado el 06 noviembre 2012 por Oligbert

Llega noviembre y aquí seguimos, al pie del cañón, con nuestra entrada mensual para el Carrusel Bloguero de Juegos de Rol. Este mes el anfitrión es Memorias de Astinus, y el tema propuesto es “Esas Grandes Anécdotas Roleras”. Se agradece un tema más personal que el de los últimos carruseles en los que te batías los sesos para escribir algo interesante sin que repitiera ideas de otros participantes. Por fín volvemos a tener un tema subjetivo donde hablar de cosas nuestras que, seguro, no se van a repetir en otras entradas.
Carrusel Bloguero: Esas Grandes Anécdotas RolerasPreparamos el modo Abuelo Cebolleta y nos metemos de lleno en el Carrusel bloguero de Noviembre. Como ya he comentado unos párrafos más arriba, esto va de anécdotas, de lo que sacamos de ellas y lo que queda para la posteridad.
Las tres anécdotas siguientes son todas de la misma crónica de Star Wars en que participé hace años, salvo una que nos pasó jugando “Regreso a la Tumba de los Horrores”. Hay más, por supuesto, pero fueron vividas por otro grupo y yo sólo las conozco de oídas. Estas tres anécdotas podían resumirse en una sola frase, algo así como “Con doce en piruetas muy mal se me tiene que dar para que Ki-Adi Mundi mate al Conde Dooku”.

Carrusel Bloguero: Esas Grandes Anécdotas Roleras

Yo empecé a jugar a rol con libros de JOC Internacional...

“Con doce en piruetas…
… qué puede pasar, dije yo muy ufano antes de tirar el dado. Os pongo en situación:
Cantina de Tatooine. Un Sith y su grupo de massassi enfrentándose al aguerrido grupo de pj. Mi turno, cuerpo a cuerpo con el enemigo. Mis acciones, golpear y retirarme para intentar curarme. El objetivo, sacar 15 en una prueba de Piruetas para no provocar ataque de oportunidad al Sith. Resultado, 1 en el dado que sumado a mis 12 en piruetas se convierten en un bonito 13. El Sith ataca, adiós al pj.

Carrusel Bloguero: Esas Grandes Anécdotas Roleras

Más o menos así, pero mi pj estaba tirado en el suelo haciendo la cucaracha.

http://runshin.deviantart.com/art/Jedi-vs-Sith-275217206
Ahora me río, pero me sentó como un chorro de metal caliente por la espalda.
…muy mal se me tiene que dar…
…para que a mí me hagan algo, dijo el pícaro mientras bajaba por el túnel.
Habíamos pasado la Tumba de los Horrores y estábamos en el siguiente dungeon, una ciudad medio derruida, abandonada y en mitad de la nada. Estábamos ya a punto de finalizarla cuando el pícaro avanzó por unos túneles para abrir camino. Al final del mismo no vio a los dos tumularios negros que estaban esperándonos. Resultado, le cogieron de la pechera y le lanzaron al plano de la energía negativa.
Hubo intentos de esquivar tan nefasto final, pero todas las tiradas fallaron. Uno menos, y ya quedábamos pocos. Al final, de 5 pj que entramos sólo salimos 3 y con mucha, mucha suerte.  

Carrusel Bloguero: Esas Grandes Anécdotas Roleras

Así nos quedamos todos al perder al pícaro

…para que Ki-Adi Mundi mate al Conde Dooku”
Star Wars de nuevo. Estábamos protegiendo a la hija de un constructor de cruceros con la ayuda de Ki-Adi Mundi. Las fuerzas separatistas nos atacaron y se llevaron a la muchacha. Ki-Adi Mundi fue el primero en ir detrás de ellos y nosotros detrás de él. Cuando llegamos nos encontramos que estaba luchando contra el mismísimo Conde Dooku. El dj, para dar un poco de emoción al encuentro, dejó que uno de nosotros llevase al cereano en el combate.
Si tenéis al manual de Star Wars D20 veréis que la ficha de Ki-Adi Mundi y la de Dooku son bastante diferentes. Bajo condiciones normales el duelo se decantaría por Dooku pero, y esto fue lo que desequilibró todo, el jugador que quiso llevar a Ki-Adi usaba el dado conocido como Leyenda.
Leyenda era un d20 azul pastel bastante feo pero, como suele pasar, sacaba unos tiradones increíbles y siempre, al menos una vez por partida, producía un crítico. Y no, como algunos pensaréis, no estaba trucado pues algunas tiradas no eran suficiente para lograr superar la CD.
El caso es que, Leyenda mediante, Ki-Adi Mundi ganó la iniciativa a Dooku y confirmó el crítico con sendos 20 en el dado. El dj, nuestro buen amigo Kapdorf, miraba el dado con expresión contradictoria, ese gesto que es entre ira, pena y dolor, mientras decía “me lo has vuelto a hacer, me lo has vuelto a hacer”. Al parecer, en otra partida que llevaban con pj’s del Lado Oscuro, Leyenda se cargó a un Sith de un certero disparo con crítico confirmado. Aún hoy no sabemos si las palabras de Kapdorf estaban dirigidas al dado o al jugador.  

Carrusel Bloguero: Esas Grandes Anécdotas Roleras

La expresión del DJ expresada por el pnj.


Así que, una vez llegados aquí, como dicen en “Quemar después de leer”, ¿qué hemos aprendido? Que el que manda es el dado y sin él el juego no es lo mismo. El dado es el corazón del rol, el azar intrínseco en la partida, la emoción que todos buscamos al jugar. ¿De qué sirve lanzarme con un palillo a cazar tiburones si sé que con mi peazo de ficha voy a salir indemne? ¿Qué emoción hay en intentar hacer algo y saber que siempre lo vas a conseguir? Por eso me sorprendo cuando la gente se emociona con ese tipo de juegos de rol, por llamarlos de alguna manera, en que la ausencia del dj y de dados es su mayor virtud. Eso no son juegos de rol, son juegos sin más. Pero este es otro tema.
Resumiendo, amigüitos y amigüitas, da igual que llevéis el guerrero más poderoso, el mago con más conjuros o el pícaro invisible que desmonta trampas con una brizna de hierba; si el dado no quiere, daos por jodidos.


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