Mi puntuación: 4/10
Revista Cine
La gracia de la primera parte residía en ver a unos coches parlanchines en un original mundo motorizado aunque con una moraleja final un tanto manida. Para esta segunda parte por lo visto decidieron no invertir demasiado tiempo en el guión, y básicamente tenemos unas cuantas carreras con una trama de espionaje de por medio que no hay por donde coger, y lo más grave, no transmite ni emociona en ningún momento. En resumen, una película muy vistosa y movida, un poco reiterativa, y sobre todo plana a nivel narrativo, lo que la sitúa entre las más flojas de los estudios Pixar.