No he podido verte en la entrevista de TVE. Me ha sido imposible.
¿Sabes por qué? Pues porque solo de pensarlo he recordado a mi madre llorar cuando amenazasteis a mi padre fue amenazado por esos malnacidos amigos tuyos de ETA. He vuelto a sentir esas lágrimas de impotencia y ese dolor que nos hacía cambiar de ruta ara ir a la facultad. O llegar tarde o demasiado pronto cuando quedábamos con los amigos. Me he vuelto a ver girando la vista y vigilar mi espalda. He sentido la mano de mi hermano intentando protegerme cuando ya no podía evitar las lágrimas.
Me debes todos esos momentos de angustia. Sí, me los debes. Tú, y esa panda de hijos de puta que sembrasteis de muerte España durante demasiados años.
Me lo debes, cabrón.
No voy a poder cobrarme esa factura. Soy consciente, de ello. Pero, al menos, te puedo soltar esto que estoy escribiendo.
Hay veces que leo tweets tuyos. Me cuesta, pero aunque jamás seguiré tu cuenta, me llegan por alguien. ¿Cómo puedes ser tan mezquino? Bueno, sí lo sé. Ahora eres coordinador general o algo así de BILDU, pero antes preferías secuestrar a gente, ¿te acuerdas?
Fuiste terrorista. Y eso marca. Como me marcaron las lágrimas de mi madre cuando mi padre salia a trabajar con vuestra amenaza en la nuca.
Y no, mi padre ni era Guardia Civil ni Policía nacional, ni militar ni político. No, era un simple ejecutivo de una empresa francesa. Ese era su pecado.
Me debes muchas lágrimas, cabrón. Muchas…
Que te den.
Lola Barnon