El lenguaje nos permite hacer tantas cosas… hablando creamos y podemos hacer volar nuestros sueños. Hablando los corazones llegan a vibrar con nuevas sinfonías, y los hombres conversando logran que pasen ciertas cosas, declaran la guerra y la paz, se conocen, ríen y lloran, acarician y lastiman. Nuestros horizontes crecen y cuando decimos algo dejamos ver quienes fuimos y quienes estamos siendo, y abrimos o cerramos posibilidadaes a futuro. Actualmente y en este sentido la tecnología nos trae a la mano mundos insospechados… pero hoy traigo una carta que encontré por allí y que entiendo nunca fue leída por su destinatario.
Por lo que investigué Gandhi le escribió varias cartas a Hitler una de ellas está fechada el 23 de Julio de 1939, un poco más de un mes antes de que Alemania inicie la invasión a Polonia el 1 de Septiembre de 1939. La intención evidente era buscar cambiar el rumbo que pintó la historia, aunque también cuando la leo sospecho e imagino que perseguía un objetivo incondicional y que fue alcanzado por el sólo hecho de escribirla. Esta carta en particular nunca llegó a destino ya que fue interceptada por los británicos. Aquí les dejo mi traducción (disculpen las equivocaciones), y abajo una copia del original:
Querido amigo,Algunos amigos me han instado a escribirle en nombre de la humanidad. Pero me he resistido a su petición, dado el sentir que una carta mía sería una impertinencia. Con todo, algo me dice que no debo calcular, y que tengo que hacer mi llamamiento para lo que sea que valga la pena.
Esta muy claro que hoy es usted la única persona en el mundo capaz de impedir una guerra que puede reducir a la humanidad a un estado de barbarie. ¿Debe usted pagar ese precio por un objetivo, por más digno que pueda parecerle? ¿Querrá escuchar la súplica de una persona que ha evitado deliberadamente el método de la guerra, no sin considerable éxito? De todos modos, cuento de antemano con su perdón si he cometido un error al escribirle.
…
Su amigo sincero,
M.K. Gandhi”
Resalto la manera en la que Gandhi se dirige a Hitler: “Querido amigo… Su amigo sincero”, y no creo que haya sido un gesto sarcástico o un tratamiento irónico ni un simple formalismo. Gandhi sabía que en 1938 Hitler había asesorado a los Británicos sugiriéndoles asesinarlo para terminar con el problema de la India. Me parece un irresistible ejemplo para invitarnos en este lunes a reflexionar sobre la forma que la que tratamos a “nuestros enemigos”.Que tengas una gran semana,
Andrés Ubierna