Querida Inés:
No sabes lo mucho que siento que hayas dimitido de la presidencia de la Fundación Europa para los Ciudadanos y de todos tus cargos de responsabilidad en Izquierda Unida federal.
Personalmente te conocí hace poco. Pero te he seguido desde que existe Izquierda Unida, desde 1986, fecha en que entramos ambos en esta organización,
No creo en los liderazgos fuertes, “imprescindibles”. Pero sí que creo en las personas, porque aunque las asociaciones o los partidos estén por encima y deban ser lo primero, las personas hacen al partido y no al revés.
Has sido parlamentaria, concejala de Madrid, diputada en la CAM y has desarrollado varias e importantes responsabilidades dentro de IU. En todos los cargos, basta hablar con la gente que ha estado a tu lado, has dejado huella de persona honesta y trabajadora, de defender ideas progresistas y todos, hasta aquellos que te envidian y te ponen obstáculos, reconocen tu valía y tu buen hacer.
Recuerdo, por ejemplo, cuando abriste el blog, algunos dijeron que lo hacías por cuestiones electorales. Y el tiempo ha demostrado que tú has seguido en la blogosfera. Otros, más mezquinos, lo hicieron para captar votos. No es tu caso.
Cualquiera que te conozca, puede decir, sin lugar a dudas, que has sido un ejemplo, una referencia en Izquierda Unida. En Madrid has sido, con diferencia, la cara buena de Izquierda Unida, basta ver las encuestas de esos años. Otros se perpetúan en los puestos y no son reconocidos ni por su sombra.
Te vas sin hacer ruido. Sin escándalos. Por la puerta de atrás. Sin merecerlo. Has dejado un listón alto. Difícil, no ya de superar, sino de igualar. Y te has ido, tranquila, con la cabeza alta y sin quejarte. Alguien tendría que explicar por qué con la famosa Refundación hay más bajas que altas. Quizá un día, alguien valiente, algunos de los que hoy te ningunean, haga una crítica de por qué no somos capaces de obtener el voto descontento del PSOE. De que gente valiosa se vaya o deje sus responsabilidades. De por qué no estamos haciendo las cosas bien.
Hoy que has tomado la decisión de deshacerte de todas tus responsabilidades en izquierda Unida, espero seguir encontrándote como militante de base. De lo que estoy seguro es de que estés donde estés y con las responsabilidades que tengas, siempre harás lo que has hecho hasta ahora y por lo que la gente te conoce: luchar en favor de los desfavorecidos y en contra de los poderosos.
No sé dónde te encontrarás mañana, posiblemente tú tampoco lo sepas. Pero, sí sé que vas a seguir como hasta ahora. Y ahí todos te podremos encontrar, en la calle, entre la gente, en las manifestaciones, apoyando las causas justas y tratando de mejorar este mundo, que ya ves cómo va. Sí sé, también, que hay algo que no vas a hacer: rendirte. Eso que no lo esperen ni enemigos ni los llamados amigos o compañeros, que muchas veces son más peligrosos.
Me dejas un poco huérfano dentro de IU, aunque sé que seguirás dando la cara, seguirás en la lucha, en apoyo de los débiles y tratando de contribuir a construir un mundo mejor. Sé que nadie es indispensable, pero tu contribución ejemplar ha hecho que esta organización te deba mucho, aunque muchas veces no se sepa reconocer las deudas.
Has sido una política muy bien valorada por los ciudadanos. Eso que tanto cuesta a los candidatos de IU, darse a conocer --debido al bipartidismo de los medios— tú lo conseguiste, a base de trabajar y proponer, de denunciar y moverte, y todo ello siempre en positivo, como tú eres, con alternativas.
Creo que esta organización a la que pertenecemos no te ha tratado bien, en los últimos tiempos. Yo, como militante de base, quiero darte las gracias, porque siempre has estado a la altura, y sé que en el camino volveremos a encontrarnos, porque tu objetivo y el mío siguen siendo el mismo: la unión de la izquierda verdadera, formar una base de izquierdas suficientemente amplia que pueda tener una incidencia real en la política nacional. En definitiva, confluir.
Amiga, gracias, muchas gracias por lo que has hecho y por lo que has querido hacer, aunque no hayas podido. Ya sabes dónde estoy. Buena suerte y hasta siempre. Un beso.
Salud y República