(Cine Invisible ha decidido robar al autor de este blog su carta a los Reyes -los Magos, por supuesto-, una de sus documentos más íntimos para publicarla hoy, en solidaridad con Scarlett Johansson).
Este año me he portado muy bien y, si bien he visto muchísimas películas (aunque pensándolo bien, nunca son muchas), sólo he hablado de las que me han gustado. Bueno, casi, porque en Crónicas desde San Sebastián Kim Ki-Duk, entre otros, se pasó tres pueblos y uno tiene sus límites de tolerancia. Así que como he sido muy bueno quiero pediros tres regalos este año.
A ver si este año enviáis un soplo de inspiración al circuito de distribución y exhibición español para que se arriesgue más. Mucho más. A estas alturas nadie pone en duda el interés por el cine invisible y, además, el “gran público” hace tiempo que ha desaparecido de las salas. Hoy los espectadores se dividen en una enorme pluralidad de grupos minoritarios con intereses muy concretos. Por otra parte, ¿por qué en España sólo se estrenan unas 450 películas año y en países vecinos la cifra sobrepasa las 600? Quiero más pelis y que las salas acerquen más al público con sus creadores. El cine de hoy tiene que ofrecer algo más que palomitas a la entrada.Ciertos circuitos no dejan de machacarnos con que España es uno de los países con más descargas ilegales. Para mí este hecho confirma el interés, la curiosidad y las ganas de acceder a la cultura. Evidentemente, como bien sabéis, estoy totalmente de acuerdo con la protección de todos y cada uno de los derechos de autor, puesto que sin su defensa no hay creación. Pero para que esto no suceda, tenemos que disponer de una oferta al alcance de la mano de todos, no sólo los que viven en las dos poblaciones más importantes del país. Puede resultar curioso pero tengo comprobado lo siguiente: cada vez que encuentras en Europa una ciudad sucia o descuidada, basta con mirar alrededor para darse cuenta que no existen papeleras suficientes. Al final, básicamente todos somos muy parecidos.También me gustaría que existiese, por fin, una política cultural inteligente, reflexionada y que no tenga, como primera motivación, ganar las próximas elecciones. La exportación de bienes culturales en 2009 representó 4.490 millones de euros para el Reino Unido (el primero dada la amplitud del inglés). España se situó en el puesto 10º con sólo 760 millones, una cifra ridícula comparada con la presencia del español en el mundo (2ª lengua más hablada en Occidente con casi 500 millones). Para que nos dé más vergüenza ahí van los datos de una lengua minoritaria: Francia, el segundo país de esta lista, alcanzó los 2.320 millones en francés. Así que, por favor, soplad a la oreja de todos los políticos de nuestro país cada noche la frase siguiente: la cultura también es un bien y dejaros de castillos en el aire que bastante tiene el sector de la construcción.Que este año también continúe la excelente calidad de nuestros festivales, un verdadero oasis en este desierto de imágenes invisibles. Que Rebordinos siga con esa energía desbordante en el Festival de San Sebastián, que los organizadores del Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona conserven su gusto exquisito, que el Festival 4+1 nos dé tantas alegrías como lo ha hecho en tan sólo dos ediciones y que a la Asociación Tambor de Hojalata le den un premio, por su Festival Internacional de Cine para la Infancia y la Juventud de Madrid, porque son los que mejor han comprendido que el público de mañana se consigue hoy (por cierto, ninguna de las películas galardonadas tiene distribuidor).
Y, sobre todo, que se estrene cuanto antes, que ya no aguanto más, Sueño y Silencio de Jaime Rosales, uno de los mejores y más interesantes cineastas del mundo. Esto no lo podéis considerar como un regalo personal, es un caso de necesidad.Como tenéis bastante trabajo, os incluyo algunas fotos de los momentos estelares del cine de este año. Gracias de antemano, sé que me traeréis todo lo que os pido. Sigo creyendo en la magia, por eso voy al cine.