Carta a “miguel feliz”

Hoy soy yo mismo quien escribe con tinta indeleble y clara esta carta abierta al Miguel Feliz que va contigo y que, siempre que puedes, intentas ser. Sé que ese Miguel feliz -que cada día más sientes- es alguien que nació contigo pero que, el día a día de tu historia, logró borrar de tu mente, aunque permaneció siempre en tu corazón! El Miguel Feliz no es tampoco fruto de un privilegio que conseguiste recuperar con esfuerzo y tenacidad! Tal vez, Miguel Feliz, esa felicidad es algo que siempre buscaste, pero que la vida en sí misma no te regaló! Luchaste día a día por esa felicidad que anhelabas, pero ni tu vida ni las personas de tu alrededor te pusieron las cosas fáciles. De hecho, por más que luchaste cada día por esbozar una sonrisa, tu felicidad nunca llegó!

Para ser feliz como ahora cada día más te sientes, quizás tuviste que aprender primero a ser infeliz! Y la vida te regaló infinidad de momentos y de circunstancias para sentirte así! Luego, tú mismo tuviste que aprender que, a pesar de todo y de todos, el causante de tu infelicidad no eran solo los demás ni lo que te rodeaba, sino que algo tenías que ver tú en todo ello! Y aprendiste que, la mayoría de las veces, uno recibe de la vida lo que uno parece esperar de ella, aunque no siempre nos demos cuenta! Creíste que la vida consistía en luchar para conseguir algo y la misma vida te dió razones para seguir luchando, sin conseguir nada verdaderamente importante! Tuviste miedo y te dió momentos para tenerlo, sin darte valentía! Te conformaste con sufrir y te dió coartadas suficientes para seguir sufriendo, sin enseñarte a soportarlo! Te privaste del amor creyendo que era algo inalcanzable y te dió argumentos para evitar el amor, sin enseñarte a vivir sin amor!

Pero, al fin, Miguel Feliz, descubriste el amor! Y, con él, te diste cuenta de que la felicidad no hay que buscarla ni luchar por ella, sino que está -y estuvo siempre- dentro de tu corazón! Que solo hay que dejarla fluir, una vez has perdido el miedo a hacerlo… y vives la vida desde el corazón! Y aprendiste también que la felicidad -como el amor- cuanto más se comparte, más tienes! Y aprendiste, además, que vivir, sentir y compartir la felicidad, solo depende de ti, de nadie más y que poco importa la distancia, el tiempo oportuno y/o la ausencia! Y, sobre todo, te diste cuenta de que podías elegir seguir siendo el Miguel Infeliz como hasta entonces o bien ser el Miguel Feliz que intentas vivir cada nuevo día, ahora! Que eso depende de tu libertad y valor para dejar que surja el Miguel Verdadero que tienes -y siempre has tenido- en tu interior!

Para ello, solo tenías que dejar atrás ese Miguel Infeliz que solo te trajo conflicto y lucha y, por tanto, infelicidad e insatisfacción! Y no tener en cuenta esos momentos que todos tenemos de dolor, tristeza y soledad, pues existen en nuestra vida precisamente para que sepamos identificar la paz, el amor y la felicidad que hay dentro nuestro y que resuenan cuando las encuentras a tu alrededor, con amor! Ese fue el primer y necesario gran paso para descubrir a tu Miguel Feliz!!! Porque, al fin, descubriste que, entre el Miguel Feliz y el Miguel Infeliz que habitan en ti, solo existe la distancia -siempre franqueable- que tú interpongas entre tu sueño y tu realidad, entre tu corazón y tu razón, entre tu alegría y tu tristeza, entre la presencia eterna y la ausencia temporal, entre tus propias luces y tus sombras, entre tú y tu amor, sabiendo que ambos extremos forman parte -inexorable e irrenunciable- de tu verdadera y plena felicidad, compartida hoy ya con verdadero amor!!!

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