Como todavía me queda algo de inocencia (serán los años), lo único que les pido a Los Magos (lo de reyes sigo sin llevarlo bien por esta tendencia mía a La República) tras los "Años Mahler" sin lograrlo, es poder escuchar en Asturias la Octava Sinfonía "De los Mil"con todas nuestras orquestas (OSPA, OvFil, Orquesta Clásica de Asturias, la Sabugo Filarmonía...), nuestros coros ("El León de Oro", grandes, chicas y peques, igual que el de la Fundación Príncipe y también la Escolanía San Salvador...) con nuestros solistas, que tenemos un montón y de primera (Beatriz Díaz, Elena Pérez Herrero, Ana Nebot, Lola Casariego, David Menéndez, Celestino Varela, Miguel Ángel Zapater, Juan Noval-Moro, Aurelio Gabaldón...) en mi querida Asturias.
No quiero olvidarme de queridos amigos admirados en otras partes (Pablo García, Ana Puche, Luis Cansino, Amparo Navarro..), incluidos los portorriqueños (Magda Nieves, César Torruella, Carlos Seise, César Hernández, Melliangee Pérez, Patricia Helena Vásquez Duarte o Jossie Pérez) porque tendrán seguramente peticiones parecidas a la mía y más cercanas.
Mantengo mi ilusión en tener a Pablo González como director de un acontecimiento que me copió Dudamel, al que le perdono todo... incluso que mi tocayu quisiese llevarlo hasta Barcelona...Pablo González y Mahler .Es la ilusión infantil en este día aunque tampoco quiero olvidarme de Entrequatre o Forma Antiqva, para quienes vuelvo a pedir un Grammy clásico (se lo merecen, sobre todo los hermanos Zapico, que en el recién acabado 2012 siguieron "a tope" y haciendo historia desde casa).
También sigo recordando a mis queridos pianistas con Carmen Yepes a la cabeza (trabajado duramente desde Madrid) o Diego Fernández Magdaleno al que sí le trajeron el Premio Nacional de Interpretación. para continuar triunfando. Mantengo ilusión y pido más composiciones de Rubén Díez, Jorge Méndez y del siempre "redescubierto" Guillermo Martínez, esperanzado de que los llamados gestores culturales se olviden de esta crisis que no parece acabar, y les den mucho trabajo...
No sé si ya les han escrito pidiendo para mis adorados violinistas Ignacio Rodríguez, María Ovín y María Díaz-Caneja para traerles mucho éxito en sus estudios fuera de Asturias y trabajo en casa, aunque yo me sumo a esos deseos, y de lo pedido en años pasados faltaron muchas cosas (supongo que por pedigüeño) pero a mi edad no tengo freno, parece que me hizo la boca un diputado.De mi adorada Beatriz Díaz ya les escribiré otra carta porque se merece todo lo que traigan y más, sé que Vds. lo saben por ser Magos, aunque 2012 haya sido bueno...
Para la Ópera necesitaría otra carta de adulto, pero mis papás dicen que ya está bien de pedir... sobre todo viendo que a Baltasar ya le aplicaron un ERE ¡quién nos lo iba a decir!, que han desaparecido la mula y el buey, que ahora en vez de esperar algo de "los Reyes" se lo piden "al yerno", y todas esas cosas que enfadan a mis mayores aunque digan que soy todavía pequeño para entenderlas (¡si ellos supieran!).A todos ellos les mando siempre "MUCHO CUCHO®" antes de cada actuación, normalmente de vaca asturiana, y podría escribir una carta más detallada para tantos amigos músicos que tengo repartidos por el mundo (para que luego digan de la "maldición" ENTRE MÚSICOS TE VEAS), pero aún tenemos este recién nacido 2.013 por delante para seguir celebrando más centenarios, entre ellos los de Verdi y Wagner (un clásico y no los Madrid-Barça), sin olvidarme de Britten.Mientras tanto espero que la palabra corrupción vaya apareciendo menos en nuestra cotidianidad y que la crisis se olvide de la MÚSICA y de toda la CULTURA en general, donde "tijeretazo" se escuche menos que "hoja de ruta" ¡lo qué ya es decir!, para este año 13 que acaba de nacer, aunque nuevamente parezcan estar "duros de oreja" (supongo que con los recortes sanitarios no tendrán ni para un sonotone y la edad no perdone). A propósito, si pudieran parar la Ley Wert donde la música en la educación será algo ínfimo y optativo, entonces tiraría fuegos artificiales... pero ya ven que no está entre las peticiones musicales.Gracias a Los Magos (de donde vengan y utilizando el tranporte que tengan) por seguir llenándonos de esperanza e ilusiones.Pablito, 12 años.