Carta abierta a D. Juan Carlos Monedero

Estimado Sr. Monedero:

Que no cuente con mis simpatías políticas, no implica, ni mucho menos, falta alguna de respeto y consideración, tanto hacia vd., como hacia el partido del que es dirigente. Pero no sucede lo mismo con esa contradicción, que defendió en más de una ocasión su jefe de filas, en los ingresos de sus actividades extrauniversitarias en países latinoamericanos. No voy a entrar en el juego de si la cantidad percibida se ajusta, o no, al mercado actual, porque siendo partidario de la economía de mercado, entiendo que cada cual es libre de pagar, y cobrar, lo que se pacte libremente entre las partes, y en este sentido, me alegro de que haya obtenido pingües beneficios por su trabajo, considerando especialmente que el capital procede del extranjero.

Lo que me llama más la atención es el hecho de que, habiendo realizado la actividad laboral en el año 2.010, no sea hasta tres años más tarde cuando se crea la empresa que teóricamente, la lleva a cabo. ¿Es posible que una iniciativa empresarial no creada aún lleve a cabo su fin social por semejante importe sin personal adscrito y sin existir, como le decía antes?. Cuentan en lo mentideros de los medios digitales, que el importe en cuestión, pasó primero por su cuenta bancaria personal, antes de engrosar la de Caja de Resistencia Motiva2, y de ser cierta esta afirmación, se trataría de un medio ilegal para evitar pagar a la hacienda pública lo que realmente le corresponde. Y esto, Sr. Monedero, está en flagrante contradicción con los principios que vd. mismo establece en su formación como pilares de la transparencia y el respeto por lo público. Que el fin del capital facturado a países iberoamericanos sea soportar el coste económico de su partido, es un tema independiente; lo mismo que sucede con su jefe de filas, que refiere donar casi todo el sueldo de eurodiputado al programa televisivo que le dio fama, La Tuerka; cada uno puede hacer con su dinero lo que le plazca, pero es evidente que su salario es el de cualquier otro compañero de actividad en Bruselas, sea, o no, de la misma formación.

Como quiera que sin haber alcanzado aún cuota alguna de poder -las únicas elecciones celebradas han sido las europeas- le acaban de pillar a vd. en una maniobra evasora de impuestos de más que dudosa legalidad, por coherencia ideológica, debe vd. de dimitir. Puede ayudar al partido mediante esos estudios para la moneda única, u otros similares, tan extraordinariamente bien remunerados, y desde los que contribuya a soportar la carga financiera que lleva cualquier formación política; de tal modo evitará para Podemos la vergüenza de FILESA o Gürtel, pero tanto por una mínima decencia como por su discurso, su propia palabra, debe vd. irse.

Le deseo toda suerte de venturas a uno y otro lado del Atlántico.

Alejandro Pumarino