Revista En Femenino

Carta abierta a Óscar Morales, ex concejal de IU

Por Conmdemamá @CONMDEMAMI

Muy señor mío,
Si es verdad lo que he leído en el diario El Mundo hace escasos minutos en este enlace... Me va a permitir usted que lo mínimo que le llame sea sinvergüenza sin alma, y que lo mínimo (válgame la redundancia) que piense que debe pasarle es probar su propia medicina. Sin embargo, no será así.
Usted no me conoce y, muy probablemente, jamás lea esta carta, pero estos no son motivos suficientes para que mi deseo de escribirle se vean mermados.
(Mal)querido Óscar... ¿Vendió su alma al diablo cuando decidió aceptar la concejalía? Se lo pregunto porque ésta sería la única razón que entendería que justificara el hecho de que haya fingido usted ser un enfermo de cáncer durante años.
¿Sabe qué? Hoy es el cumpleaños de mi padre. Cumple 68 años. Y no he podido celebrarlo con él porque, casualidades del destino, AYER HIZO UN AÑO QUE MURIÓ... DE CÁNCER. Un carcinoma renal lo tuvo luchando durante dos años y medio para, finalmente, llevárselo por delante a un solo día de cumplir los 67. Ironías de la vida, mi padre era doctor, mire usted. Así que no sólo padeció esta dura enfermedad sino que, conociendo su diagnóstico, supo desde el principio que iba a morir porque, en su caso, no tenía cura. Aun así, luchó cada uno de esos días, incluso el último que estuvo con vida, jamás se quejó de sus dolores, aguantó siempre que pudo con una sonrisa, salió del coma que le causó el tumor cerebral que derivaba del tumor de riñón, y sobrevivió como pudo a medicaciones extremadamente fuertes, a sus tumores en riñón, glándula suprarrenal, páncreas, pulmones y cerebro. Fue un HOMBRE VALIENTE de pies a cabeza. Cosa que dudo que usted sea, dicho sea de paso.
Lo curioso de todo es que, cuando al fin le concedieron la incapacidad que sus hijos solicitamos por y para él, ya que en esos momentos él no podía ni coger un bolígrafo, el dinero que recibía iba directo a pagar a una mujer que nos ayudaba con sus cuidados de 24 horas.
Como debe suponer por lo anteriormente expuesto, leer en un diario que usted ha tenido la poca vergüenza de fingir durante años esta enfermedad no sólo me jode, sino que además me causa un profundo dolor, ahí, donde usted tiene un hueco, sí, exacto, en el alma. ¿Por qué? Muy fácil, porque gracias a gente como usted va el mundo como va, porque ese dinero que usted le ha estado robando descaradamente a la administración para vivir del cuento le correspondía a otros que sí estaban sufriendo por culpa del cáncer, porque mi padre se moría y, a su vez, deseaba vivir más que nada en el mundo y mientras tanto usted estaba viviendo la vida loca mientras fingía morirse. Una vez más, ironías de la vida.
Como mi padre ha sido un señor, un caballero, y me ha enseñado, sobre todo, el verdadero sentido de las palabras integridad, moral, educación y respeto, no voy a ni insultarlo con grandes palabros ni a desearle ninguna desgracia en su salud, porque, sinceramente, creo que suficiente desgracia tiene usted con ser como es. Es más, me considero lo suficientemente bondadosa como para desearle que JAMÁS PASE USTED, NI NINGUNO DE LOS SUYOS, POR EL DURO CAMINO DEL CÁNCER. Deseo que jamás sufra usted, ni ninguno de los suyos, como mi padre lo hizo. Deseo que jamás sienta usted, ni ninguno de los suyos, el deterioro lento que supone un cáncer incurable y que va matando poco a poco cada uno de tus órganos. Deseo que jamás pase usted, ni ninguno de los suyos, de ser un profesional como la copa de un pino a una persona dictaminada de incapacidad y que nunca más podrá volver a ejercer porque sólo le queda esperar a morirse. Bien pensado, este último deseo lo anula usted mismo, que ha demostrado no ser ni siquiera un profesionalucho de chicha y nabo.
Así pues, señor Óscar Morales, sólo me queda una cosita antes de acabar: pedirle que la cantidad mensual que usted ganaba por NO sufrir esta cruel enfermedad, 1000€, la done periódicamente a la ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER, que seguro hará buen uso de ella, invirtiendo en investigación para que, algún día, ojalá no muy lejano, un padre de familia con un carcinoma renal muy dañino pueda salvar su vida, y se evite pasar por el doloroso, duro y agotador camino de esta enfermedad. Y para que así, sus hijos puedan celebrar con él su 68 cumpleaños y muchos más.
Sin nada más que decirle, aunque con mucho que recriminarle y echarle en cara, se despide Noni, hija de padre fallecido por culpa del cáncer, que admira a todos y cada uno de los enfermos que luchan diariamente contra esta enfermedad y que desprecia a aquellos que olvidaron la empatía, la moral, la integridad y el respeto en algún cajón de su casa de infancia.
La cuenta a la que puede hacer los ingresos podrá pedirla a los responsables de la AECC. Si no sabe como ponerse en contacto con ellos no tiene más que buscar en Google, Facebook o Twitter.

NONI MEDINA,

CON M DE MAMÁ.


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