Revista Opinión

Carta abierta a un hecho que se produce a diario en El Hoyo de Friusa

Publicado el 25 enero 2018 por Solitarios Invisibles @belzinvisible
Carta abierta a un hecho que se produce a diario en El Hoyo de Friusa

Afortunadamente no es un "requiem", pero si un gran dolor por lo que le ha sucedido a Jeny, una muy apreciada cancerbera.

Carta abierta a un hecho que se produce a diario en El Hoyo de Friusa
Trece treinta p.m en cualquier lugar de Europa : Ocho treinta a.m en El Hoyo de Friusa (Rep. Dominicana). Hoy jueves me acaba de comunicar vía WhatsApp un buen confidente, sensei y amigo, que han encontraron a Jeny hace 6 horas en una de las bocacalles que dan a la curvatura de la calle de Las Brisas en El Hoyo de Friusa, muy cerca de su domicilio, si así se le pudiese llamar, y en un estado lamentable, al parecer medio inconsciente que afortunadamente no hace temer por su vida, aunque si preocupación por los traumatismos sufridos debidos a los violentos golpes recibidos en su cuerpo. Al parecer no se trata de ningún atropello originado por una de esas pérfidas máquinas conducidas por la locura alcoholizada nunca restringida y exageradamente consumida, y si de una brutal agresión. ¿ con la intención de robarle un celular que no tiene ?, ¿ de aplicar un correctivo indiscriminado por aparentar la subida de una huella en los escalones de la puta y envidiada miseria en una acera que han dejado los nuevos "tenis" que llevaba ?. ¿ Por qué hoy le ha tocado a ella y mañana aleatoriamente puede ser su hermana, su madre o cualquier otra conocida o desconocida ?.

Jeny o Kely como también consta en su desvencijada cédula de identidad haitiana, es una joven madre de tan sólo veinte años quien hasta el pasado sábado 20 de Enero 2018, me asistíó, prestando su servicio interno doméstico en el apartamento que tenía rentado en El Cocotal, un enorme residencial que alberga uno de los mayores campos de golf del mundo ( y algunos "golfos" de los que podríamos explayarnos más si hubiesemos tenido ocasión ), frente al gran complejo Melía de Palma Real, élite hotelera por excelencia de la gran renombrada cita turística, siempre de envidiable concurrencia en Punta Cana ( República Dominicana ).

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Jeny también me sirvió de guía por los intrincados recovecos, de callejuelas estrechas malolientes que destilan los distintos significados de los horrores, y algunas más anchas con demasiados policias tumbados, que así llaman a los altísimos badenes de hormigón que intentan impedir los accidentes que a diario se producen de carros y motores, que sin ningún rubor y justicia siegan y mutilan cuerpos y vidas. Me estoy refiriendo nuevamente a los "caminos" infectos que nunca llegarán a pedir ni exigirán responsabilidades a nadie por permitir vegetar y mal respirar también libertad, en vez de vivir con cierta dignidad en El Hoyo de Friusa.

Cada vez entiendo más el monólogo que hace finalmente el replicante Roy en Blade Runner frente a su humano exterminador : " Yo he visto cosas que vosotros no creeriaís".. si no habeís tenido ocasión de experimentarlas con la misma exactitud, tiempo y actitud de tranquilidad y temor al mismo paso, sosiego como medida de precaución y dejándose llevar por lo que te depare el destino incierto, cristalizado y temido por lo que yo he observado y analizado en un rinconcito y conteniendo arcadas que suponía ya superadas, en un reducido espacio de lo que podría ser la antesala del infierno. He visto y he compartido el cobijo de las cuatro paredes destartaladas y frías en un país cálido, que sirven para "alojar" a Jeny y su "interminable" familia, intentando ofrecerte lo que sea, aunque sea el valor de unas gracias como único y considerado aperitivo verbal por haber venido. Y no me gusta, y me arranca un gríto de dolor al pensar que en cierta forma me siento culpable y muy responsable de lo que hoy le ha sucedido a una chica-mujer que siempre sonrie y presta su mejor mirada a lo inevitable de su morada, de su vida. Me solía decir dicharachera ella, entre pícara e informal, seria por respeto y con muchísima humildad, mientras cocinaba, lavaba, limpiaba, vigilaba en mis ausencias y me acompañaba por las rutas del insospechado peligro, al que yo le pedía recorrer juntos y al principio ella se negaba, que muy pronto la llamaría "mae" y ella a mí "pae" y que juntos hablaríamos creole e iríamos a la discoteca de El Hoyo más tranquilos, como si de pronto me hubiese de transformar en el joven novio que la preñó y jamás tuvo ocasión de retenerle, al huir éste infame padre a los vicios de Boca-Chica.

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Nadie está a salvo en El Hoyo de Friusa, ya sea por un asalto como el víl acometido en la persona de Jeny, fuese por cualquier razón. No se pasea por lo que llaman la prolongación de la avenida de España, se transita, saludas si te saludan, sonries si te sonrien, bajas la mirada cuando sin querer hacerlo la has fijado en la culata de un revólver que baila en un cinturón con hebilla de lo que pudiese ser plata. Hablas con unos y con otros, y no entiendes casi nada. Todo es equidistante, impreciso, intolerante, amargo como el café que te ofrecen en confianza y mejor que sea sin azucar por no gastar lo que necesitan, y vas depositando en tu invisible mochila de solitario todo cuanto percibes de un entorno duro, crucial, alejado y a la vez cercano por la compasión que te permitas, sumido en la preocupación de no ver el final de una valla que limite el bien con el mal.

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Y te irritas cuando ya salvado, maldita la gracia que te hace cuando reconoces que has sido expulsado, ejercitando la opinión desde la Europa del bienestar, observas como los spots de la televisión dedican tantas excelencias a la alimentación y al entretenimiento infantil y juvenil, para unos niños que con el diapasón del consumo que utilizan en un hipotecado paraíso de ficción de blanco satén, se contrasta incomparablemente con otros submundos, y que otros de sus mismas edades a muchas millas de distancia se contraen y ni tan siquiera pueden abrir sus ojitos por las telarañas que la pobreza enfurecida les siga arrebatando una terrible percepción, al creer que las ilusiones es una cuestión de tiempo para que lleguen a realizarse y dejen de ser sueños rotos, mientras sorben lo único que puede haber hoy en una cocina maltrecha sin alacena, despensa ni dispensa alguna, que les alimentará o engañará con la mezcla de una bátido de no se sabe qué, o pezones arrugados de unas mamas tuberosas, ya secas, mientras la inanición de los políticos hace que miren al otro lado del problema, blandiendo en sus manos la grostesca rutina, si alguno más protesta, con la coerción, la represión tramitada de una obligada huída a ninguna parte, que deportará también a quienes intenten oponerse a la "ley" de los gritos del silencio.. de los corderos, que ya se
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encuentran "listos" para ser quebrantados en el matadero de El Hoyo de Friusa, un lugar al que hay que ponerle coto sin humillación, salubridad y coraje, concreto (hormigón) para distribuir una mínima calidad real de existencia y seguridad confiada a los entes de decisión vecinal. Algo a exigir si de verdad existen los veladores de los derechos humanos que tanto gustan exhibirse en periódicos y otros canales de divulgación social.

Lo siento Jeny, por no haber formado parte de ese miserable destino que has recibido de injusto pago, entre moratones que me han comentado tenías como la imborrable firma de la crueldad innecesaria de frustrado razonamiento que no te has merecido. A lo mejor de haber estado yo ahí presente o cerca, hubiese modificado tu libre albedrio, evitando, impidiendo el infortunio de la niña-mujer de la persistente y eterna sonrisa, la preocupación por su muñeca linda-niña, por la que siempre te has resistido a no trabajar cuantas horas fuesen necesarias por esos insuficientes 6000 miserables pesos al mes que te pagaban esos "cretinos" emprendedores, para llevar alimento a tu familia, "obligándote" a caer inmerecidamente en la desventura de esa tragicomedia que es la venganza de una vida, que no merece reconocerse como tal si la pones una y otra vez en duda, cuando es constantemente ultrajada por las inevitables circunstancias y otras "perrerías".

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Aprovecho y doy gracias a Eleuterio, secretario, chofer, hombre de fuerza y de confianza segura y firme, que no entra en discusiones bizantinas de quien tiene otro poder más allá de sus locales competencias, un dominicano que asume su papel de Poseidón, que siempre se entera de todo y en donde localizar al más extraviado navegante, en cualquiera de las borrascas y resacas, de esos mares que nos separan, especialmente por avisar a Eric y que éste me lo lo haya trasladado a mí lo que le ha sucedido a Jeny, quien no dejó de transmitirme desde el primer momento que la conocí y la empleé, un sentimiento extraño que seguro me evitará quejarme por lo más nimio que me ocurra o presienta. Cada día aprendemos algo nuevo y lástima que no haya tenido más tiempo para saber más de tí Jeny, de tu "larguísima" experiencia en tus "cortísimos" veinte años andando descalza.

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Espero que pronto te recuperes y aunque nunca más nos volvamos a ver, sepas que hemos decidido entre algunos amigos que nos sorprendemos todavía de ese ciego faro de atención que existe en El Hoyo de Friusa y que al parecer no sirve para orientar a nadie, salvo a la contumaz dejadez, materializar un proyecto al que invitamos se sumen quienes sientan los efectos de que las necesidades no se compran si no hay con que pagarlas. Así qué malvendiendo algunos viejos cacharros servirán, esperamos, para que las fundas (bolsas) de basura no se boten indiscriminadamente y se recojan desde unos puntos fijos y desaparezcan finalmente, vertidas en una camioneta, protegida por un motor a la cola, haciendo que parte de vuestra tristeza, que aunque no desaparezca tampoco huela enrareciendo un ambiente indeseable que nadie se merece, y no se traslade a nuestra egoista conciencia por no hacer nada, aunque sea poco, a fin de que cuando estés restablecida de tus heridas Jeny, aparezca en tí nuevamente esa sonrisa de heroina, que hoy, sin merecerla yo, te la envidio múcho más que ayer.

Lo siento Jeny, el destino lo es todo, y no sabes lo que me cuesta reconocer que así es.

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Y las preguntas obligadas al Presidente de la República Dominicana Señor Danilo Medina, ya que somos plenamente conscientes que está abierto a responder sobre los múltiples problemas de un país que le preocupa desde el primer día que asumió la jefatura del Gobierno.

¿ Conoce Vd. qué puntos clave de la distorsión social, como es el caso de El Hoyo de Friusa (Bávaro-Punta Cana) pueden convertirse muy pronto en "El Horno" problemático y sangriento que puede explosionar en cualquier momento ?

¿ La policia refleja en sus rapports las contínuas incidencias en zonas conflictivas denominadas calientes ?

?. ¿ Se añadirá el suceso como el que apuntamos a una estadística sin más, reduciendo la estadística de criminalidad ?.

¿ La asistencia sanitaria por estas indeseables acciones y los productos farmacéuticos necesarios son asumidos por el Gobierno o los gabinetes presupuestarios de los "sindicos" territoriales para socorrer este tipo de eventualidades ?.

¿ Tiene el Gobierno algún plan de concienciación para facilitar denuncias anónimas sobre una perversión del sistema, que permite en muchos casos silenciar anomalías en la conducta y la presión policial desordenada y poco ejemplar para con el ciudadano dominicano y el haitiano ?.

¿ Cree Vd. que hay que dotar al fiscal procurador Jean Alain Rodríguez de más cobertura y apoyo democrático para llevar a cabo su plan de saneamiento en el ámbito general de la seguridad, liberándole de partidismos e influencias espurias ?


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