Revista Cuba

Carta abierta al Papa Francisco

Publicado el 23 septiembre 2015 por Yusnaby Pérez @yusnaby
Cartaabierta

Su Santidad:

Habiendo terminado su visita a Cuba, y habiendo podido leer y ver todas las actividades que usted realizó en la patria donde yo nací, creo que es mi obligación dirigirme a usted para comentarle algunos temas que considero fundamentales y de gran importancia.

Usted nos falló. Nos falló a los cubanos y le falló a su iglesia.

Entiendo que usted no tenía previsto conceder audiencias a nadie, pero sé que no ignora que el pueblo de Cuba lleva 56 años sometido por una de las dictaduras más represivas que la historia ha conocido. Si usted fue a reunirse con el pueblo de Cuba, el omitir a las personas que son marginadas y solo reunirse con los representantes del régimen, polariza su visita.

Y usted sí concedió audiencias, pues visitó a Fidel Castro y se reunió con su familia. Si le da audiencia y atiende a un tirano asesino, menos se entiende que no atienda a aquellos que procuran la libertad en Cuba. Usted no fue congruente con lo que mencionó en su homilía de la Habana cuando criticó a las ideologías y concretamente mencionó que nunca se sirve a las ideas, sino a las personas. Usted sirvió a la ideología castrista y se olvidó de las personas que buscan libertad.

Me resulta difícil creer que usted no sepa que Cuba está dominada por un grupo que impone su ideología a base de la represión a las personas. Eso usted lo sabía amigo Francisco. Los que le recibieron con tanta pompa no representan al verdadero pueblo cubano. Los que representan al verdadero pueblo cubano son aquellos que usted no quiso recibir. Desgraciadamente el resultado fue que usted estuvo en Cuba, pero la verdadera Cuba no estuvo con usted.

En el mundo entero se vieron las imágenes de disidentes golpeados. No puedo creer que nadie, sea desde Cuba o sea desde Roma, le haya informado lo que pasaba. ¿Nadie le dijo que tres personas que fueron invitadas a asistir a la nunciatura para reunirse con usted (Marta Beatriz Roque, Berta Soler y Miriam Leyva), fueron detenidas por las fuerzas de seguridad del estado para impedirles llegar a la Nunciatura Apostólica para asistir al evento a las que habían sido invitadas?

Dijo usted en el avión que lo llevaba a Estados Unidos que ningún disidente se identificó. ¿Cómo se van a identificar si fueron detenidos por el gobierno para que no pudieran llegar? Y usted dice que no lo supo. Si me baso en la premisa de que usted no miente, ¿Quién le ocultó la información de que los disidentes fueron detenidos y porqué lo hizo? Creo que usted debería hacerse esa pregunta. Y si lo sabía, ¿Por qué no actuó con firmeza?

Puede ser que usted haya querido hacer una visita discreta, pero usted conocía la situación de los derechos humanos en Cuba y debió haber hecho alguna referencia durante su homilía, pues el que calla otorga, y al callar usted legitimó la represión que se realiza en Cuba. Habló de reconciliación. Yo apoyo la reconciliación, pero me cuesta trabajo reconciliarme con quien me atropella, me reprime, me encarcela, me golpea o me obliga a irme de mi país.

Y por si se le había olvidado, ese joven llamado Leonardo, que le habló a nombre de los jóvenes cubanos, con gran valor le pidió que ayudara a la juventud a aceptar al que piensa diferente. O sea, le estaba diciendo que los mayores no aceptan al que piensa diferente y le estaba pidiendo su ayuda para que los jóvenes lideraran un cambio.

Y le dijo textualmente “Ayúdenos a ser jóvenes que sepamos acoger y aceptar al que piense diferente, que no nos encerremos en los conventillos de las ideologías o religiones”. Leonardo también le dijo textualmente que lo que une a la juventud cubana es “la esperanza en un futuro de cambios profundos y donde Cuba sea un hogar para todos sus hijos, piensen como piensen y estén donde estén”.

Todo eso usted lo tiene que haber escuchado, pues lo dijo frente a usted, pero usted al contestar, ignoró totalmente el valiente mensaje de Leonardo y no hizo referencia alguna al mismo. Usted se limitó a leer lo que ya traía preparado, ignorando totalmente el planteamiento de Leonardo.

La única conclusión que puedo sacar, es que usted no le da importancia a esos asuntos. Le preocupa mucho y se involucró personalmente para que se levante el embargo económico de Estados Unidos a Cuba, pero no le preocupa en absoluto, el embargo de libertades y derechos humanos que el gobierno comunista cubano ejerce contra mi pueblo.

Nos falló Bergoglio. Le falló a Cuba y le falló a todos los que confiaban en usted. Ahora, fuera de Cuba podrá decir muchas cosas, pero donde había que decirlas era en Cuba y no lo hizo. Calló, no sé si por miedo. Le falló a su iglesia y le falló a Cuba. Nos falló a los cubanos como la Iglesia Católica Romana nos lleva fallando ya por décadas.

Después de haber visto su visita, me congratulo de que hace algunos años abandoné la religión Católica Romana en la que fui educado desde niño, y adopté la religión Episcopal, que usted sabe que es una religión también Católica pero reformada. Si hubiera seguido siendo Católico Romano, hoy me sentiría abochornado por la tibieza que usted mostró durante su visita. He escuchado a muchos católicos romanos renegar de su iglesia y de su Papa y no es difícil saber por qué.

Ojalá y cambie, porque esta dejando cortas todas las expectativas que su elección y primeros comentarios habían generado. Usted no es ya el Francisco que fue electo Papa. Usted ya es otro Francisco. De un Francisco modernizador y generador de cambios, hoy no es más que un Pancho cualquiera.

Atentamente,

Jorge Ros


Volver a la Portada de Logo Paperblog