- La publicación de Mónica Lalanda que inicia la queja: denunciar la situación de vulneración de derechos humanos (situación de irregularidades, abusos laborales) que se está produciendo de manera casi generalizada en nuestro sistema sanitario y que ponen en peligro la salud de los clientes externos e internos, esto es, de pacientes y trabajadores.
- "Lalanda insiste en que su artículo "denuncia la falta de liderazgo y unas condiciones laborales concretas; no tiene nada que ver con la praxis y, por tanto, no serían de aplicación los artículos del código ético que el informe de la Deontológica menciona"
- Se abre expediente aludiendo a los artículos 37.3 y 38,3 del código de deontología médica donde dice:
- 37.3. Los médicos se abstendrán de criticar despectivamente las actuaciones de sus colegas. Hacerlo en presencia de sus pacientes, de sus familiares o de terceros es una circunstancia agravante.
- 38.3. Las discrepancias entre los médicos no han de propiciar su desprestigio público. Se evitará el daño o el escándalo, no estando nunca justificadas las injurias a un colega. Se evitarán las polémicas públicas; las divergencias se resolverán en el ámbito profesional o colegial.
- En este caso, se está utilizando el Código Deontológico para limitar la libertad de expresión de una ciudadana, quebrantando su conciencia.
- El expediente disciplinario abierto a la Dra Mónica Lalanda es un intento de amedrentamiento, una coacción a la libertad de expresión y una amenaza contra el profesionalismo que necesariamente tiene que ser democrático"
- Que todo médico está obligado a tomar las medidas necesarias para evitar daños innecesarios a los pacientes
- Que en Urgencias hospitalarias en España se dan situaciones crónicas, sistemáticas e institucionales que ponen en riesgo innecesario a los pacientes, por problemas organizativos
- Que la libertad de expresión y la denuncia en los medios sociales es tan justa y necesaria como sea prudente para evitar daños innecesarios a los pacientes y que se pretende acallar esa forma mediante castigos ejemplares.
Espero, sinceramente, que todo el alboroto que ha provocado su decisión, no repercuta en su vida personal, social o laboral, pero está claro que deberá reconsiderar el expediente o dimitir o ambas cosas.
Un saludo.
PD: Creo que el presidente de la Organización Médica Colegial, debe pronunciarse al respecto, y que los presidentes de los colegios de médicos provinciales también deberían exponer públicamente su opinión, igual que lo han hecho ya algunos por diferentes vías.
BiBliografía:
- Persiguiendo a Mónica: poder corporativo contra la libertad de expresión y la dignidad profesional
- Juan Gérvas, las urgencias hospitalarias y Mónica Lalanda
- El Colegio de Segovia expedienta a un miembro de su Deontológica por un 'blog'
- ¡Que le corten la cabeza¡ Cuentos de miedo del Imperio decrépito
- El expediente disciplinario de la doctora Lalanda
- Lalanda-gate, acción urgente
- Expediente colegial en Segovia a la libertad de expresión