Carta de Bioy a Elena Garro
Mi querida -escribió Bioy-, aquí estoy recorriendo desorientado las tristes galerías del barco y no volví a Víctor Hugo. Sin embargo, te quiero más que a nadie... Desconsolado canto, fuera de tono, Juan Charrasqueado (pensando que no merezco esa letra, que no soy buen gallo, ni siquiera parrandero y jugador) y visito de vez en vez tu fotografía y tu firma en el pasaporte. Extraño las tardes de Víctor Hugo, el té de las seis y con adoración a Helena. Has poblado tanto mi vida en estos tiempos que si cierro los ojos y no pienso en nada aparecen tu imagen y tu voz. Ayer, cuando me dormía, así te vi y te oí de pronto: desperté sobresaltado y quedé muy acongojado, pensando en ti con mucha ternura y también en mí y en cómo vamos perdiendo todo.
Me gustaría ser más inteligente o más certero, escribirte cartas maravillosas. Debo resignarme a conjugar el verbo amar, a repetir por milésima vez que nunca quise a nadie como te quiero a ti, que te admiro, que te respeto, que me gustas, que me diviertes, que me emocionas, que te adoro. Que el mundo sin ti, que ahora me toca, me deprime y que sería muy desdichado de no encontrarnos en el futuro. Te beso, mi amor, te pido perdón por mis necedades".
Nota
Bioy y Borges, considerados dos de los mejores escritores argentinos, se conocieron en 1932 y entablaron una intensa amistad, además de escribir juntos varias obras con los seudónimos de Honorio Bustos Domecq y Benito Suárez Lynch entre 1942 y 1977. Elena Garro, hija de padre español y madre mexicana, nació en el estado de Puebla el 11 de diciembre de 1916 y muere de cáncer en 1998. Elena conoció a Octavio Paz en Méjico, con quien se casó en 1937, pero nunca tuvo el reconocimiento merecido según los críticos, considerada como precursora del realismo mágico.
Para saber más
El país cr
La Nación, Argentina