Carta Nº 21
Suelo empezar esta carta comentando que es una tradición y que este año hace ya 21 años. Las cinco primeras las escribía en formato email y se las enviaba a mis amigos para felicitarles el año de una manera más especial. Desde que tengo el blog, la comparto por aquí también.
En ella hago como un balance de mi año con alguna de mis teorías que se me han ido ocurriendo a lo largo de estos doce meses que despido.
Espero que os guste:
******2023
Al inicio de este año me fijé varios objetivos a cumplir. Creo que es un buen método apuntarlos e ir revisándolos casi a diario para ir cumpliéndolos poco a poco. Había tres grandes grupos que podríamos dividir en: Elena editora. Elena escritora. Elena en esencia.
A pesar de no haber cumplido algunos de las metas fijadas (y que se alargan hacia el 2024, sobre todo en cuestiones de papeleo), me he dado cuenta de todo lo que he conseguido este año y me siento orgullosa. El emprendimiento no es fácil, la vida no es fácil, los cambios no son fáciles. Este año, ha tenido mucho de todo eso.
Por Instagram me propuse, como escritora, tres metas claras: publicar mi quinta novela, publicar mi cuarto poemario y escribir mi vigésimo cuarta novela. He conseguido todas, de hecho, he escrito la vigésimo quinta y la siguiente está a medias. Para mí, es un bonito broche porque este año se cumplieron 25 años escribiendo novelas.
Como editora, durante estos doce meses, he tenido el placer de ser partícipe del nacimiento de veintitrés novelas y poemarios, algunos de ellos ya disponibles en el mercado. Me entusiasma ser parte del proceso creativo y de la ilusión de otros escritores que comienzan a dar sus primeros pasos en la escritura. No puedo dejar de daros las gracias.
A ellos y a todos los que, a diario, os pasáis a leer y comentar en los post. Me alentáis a seguir con mi cometido de ayudar a otros escritores a cumplir su sueño de escribir y publicar sus libros. Así que, gracias, gracias, gracias.
En mis cartas de despedida, también es tradición desarrollar una nueva teoría sobre el comportamiento humano. (¿Cómo no iba a hacerlo este, cuando es el año que he publicado “la teoría de los planetas errantes” que precisamente va de todas esas teorías? Quizás esta sea de una segunda parte, quién sabe…).
Por diferentes momentos, (y por ideas que ya venían de antes), siempre he pensado que hay personas que se quedan en el titular y, solo algunas leen la noticia entera. Quien dice noticia, dice que se queda en la superficie de cualquier cosa, incluso de las personas, y que otras pocas, profundizan. Me puse a pensar que esa división era bastante vaga. Así que la desarrollé por niveles, por lo que la pirámide quedaría algo así:
Titular
Subtítulo
Noticia (leerla por encima o con detenimiento)
Notas a pie de página
La misma noticia en otros periódicos u otros medios de comunicación
La versión de los testigos
La versión de los protagonistas
Algunos de los que se leen solo los primeros niveles, se creen que ya lo saben todo, pero es que hay mucha más información, más perspectivas que pasamos por alto, por no hablar de los propios personajes que lo han vivido. Entonces, ¿qué nos hace pensar que podemos opinar?
Cuando hay alguien que, con algo de información, sabe adornar su discurso, hace que otros que no se han molestado ni a leer el título, sean blancos fáciles de manipulación.
Por eso pienso que da igual que haya millones de personas que, por ejemplo, compren el mismo libro o escuchen al mismo tarao, eso no los convierten en algo de calidad, porque al final esas personas se están quedando en la superficie. Y ¿por qué hacen esto? Pues porque no quieren profundizar. Porque profundizar en esas noticias hace que te plantees tu propia profundidad. Y esta es oscura. Si te la planteas, la conoces y si la conoces ves lo que no te gusta de ti. Eso es incómodo, doloroso. No mola nada, así que para protegernos, lo negamos. Si negamos nuestras propias tinieblas es IMPOSIBLE que podamos entender a los demás. La empatía se basa en conocernos nosotros todo lo posible para poder entender algo de lo que le pasa al otro. Si no sabemos ni lo que nos que sucede en nuestro interior, ¿cómo vamos a entender lo que le pasa a los demás? ¿lo que les ha llevado a decir o hacer algo?
Me parece muy atrevido y más si encima manipulamos a otros que no han sabido o no han querido hacer su propio trabajo. Es más fácil quedarse en ese titular porque hay que leer menos y pensar menos. Así me lo dan todo hecho, me dicen qué tengo que opinar y no tengo que hacer ningún esfuerzo.
Cuanto más lees en esa noticia, más matices hay, más conoces lo que ha pasado pero, sobre todo, te conoces a ti mismo.
¿Por qué esa reticencia a conocernos a nosotros mismos? Eres la persona que vas a tener siempre presente, en todo momento. No puedes pensar ni sentir a través de otra ¿no te parece útil entenderte? Cuanto más veo la superficialidad en el mundo, más profundizo en mí. Quizás un día no consiga salir afuera, puede que incluso ese día sea mejor no hacerlo. Estaría genial entender esto, lo precioso que es el proceso del autoconocimiento real y no el autoconvencimiento de frases hechas que anulan ese trabajo haciéndonos sentir mejor en una falsa comodidad.
Cambiar las cosas desde uno mismo, mejorar esa cadena porque, no, no podemos acabar con las guerras ni las injusticias, pero podemos comenzar una cadena de favores positiva en la que saludes y des las gracias, ayudes a alguien (sea persona, perro o planta), e intentes mejorar el mundo con pequeños actos, porque estos se multiplicarán.
Este año que entra, creo que pediré eso, que cada uno inicie esa pequeña cadena de favores y que dé la vuelta al mundo.
Como decía el colibrí, "yo seguiré haciendo mi parte".
Y viajes, también que haya viajes y planes chulos para todos
los que se los merezcan y, por supuesto, como cada año, que tengáis muchos: momentos
Amelie, instantes
Kairós, libelúlicos o “me acuerdos”.
Salud, escritura y felicidad para este 2024.
Las demás cartas:
Carta de despedido 2022 (la del agua)
Carta de despedida 2021 (escritura postapocalíptica)
Carta de despedida al 2020 (la apocalíptica)
Carta de despedida al 2019 (la del eneagrama)
Carta de despedida al 2018 (la del minimalismo)
Carta de despedida al 2017 (la de la serendipias)
Carta de despedida al 2016 (la de la sincronicidad)
Carta de despedida al 2015 (la teoría del laberinto)
Carta de despedida al 2014 (creer en uno mismo)
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure