Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno africanos, reunidos en la ciudad de Addis-Abeba, Etiopía,
Convencidos de que los pueblos tienen el derecho inalienable de determinar su propio destino; Conscientes del hecho de que la libertad, la igualdad, la justicia y la dignidad son aspiraciones legítimas de los pueblos africanos;Conscientes de que nuestro deber es el de poner los recursos naturales y humanos de nuestro continente al servicio del progreso general de nuestros pueblos en todos los dominios de la actividad humana;Guiados por una común voluntad de reforzar la comprensión entre nuestros pueblos y la cooperación entre nuestros Estados, con el fín de responder a las aspiraciones de nuestros pueblos de ir hacia la consolidación de una fraternidad y una solidaridad integradas en el seno de una unidad más amplia que trascienda las divergencias étnicas y nacionales;Convencidos de que para poner esta firme determinación al servicio del progreso humano es necesario crear y mantener condiciones d paz y de seguridad;Decididos a salvaguardar y consolidar la independencia y la soberanía duramente conquistadas, así como la integridad territorial de nuestros Estados, y a combatir el neocolonialismo bajo todas sus formas;
Monumento al León de Judá en Addis AbebaLeopoldo Senghor (izqda.)Kwame Nkrumah (dcha.) Consagrados al progreso general de África;
Persuadidos de que la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, principios a los cuales reafirmamos nuestra adhesión, ofrecen una base sólida para una cooperación pacífica y fructuosa de los Estados;Deseosos de ver a todos los Estados africanos unirse para asegurar el bienestar de sus pueblos;Resueltos a reafirmar los lazos entre nuestros Estados creando instituciones comunes y reforzándolos;
Hemos acordado la presente Carta:
Artículo I. Fundación
1. Las altas partes contratadas crean por la presente Carta una Organización llamada la "Organización de la Unidad Africana"
2. La Organización incluirá a todos los Estados continentales africanos, Madagascar y las demás islas que rodean a África.
Artículo II. Objetivos
1. La Organización tendrá los siguientes objetivos:
a) Reforzar la unidad y solidaridad de los Estados africanos.
b) Coordinar e intensificar su colaboración y esfuerzos para conseguir una vida mejor para los pueblos de África
c) Defender su soberanía, su integridad territorial e independencia.
d) Eliminar todas las formas de colonialismo en África
e) Favorecer la cooperación internacional sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
2. Para estos fines, los Estados miembros coordinarán y armonizarán sus políticas generales, especialmente en los campos siguientes:
a) Cooperación política y diplomática.
b) Cooperación económica, incluyendo transporte y comunicaciones.
c) Cooperación educativa y cultural
d) Cooperación sanitaria y alimenticia.
e) Cooperación científica y técnica
f) Cooperación para la defensa y la seguridad
Artículo III. Principios
Los Estados miembros, con el fin de cumplir los objetivos establecidos en el artículo II, solemnemente afirman y declaran su adhesión a los siguientes principios:
1. La soberanía en pie de igualdad de todos los Estados miembros.
2. La no injerencia en los asuntos internos de los Estados.
3. El respeto por la soberanía y la integridad territorial de cada Estado y por su inalienable derecho a la vida independiente.
4. El arreglo pacífico de las disputas por medio de la negociación, la mediación, la conciliación o el arbitraje.
5. La condena sin reservas, en todas sus formas, del asesinato político y de las actividades subversivas sobre los Estados vecinos o cualquier otro Estado.
6. La dedicación absoluta hacia la total emancipación de los territorios africanos que todavía son dependientes.
7. La afirmación de una política de no alineamiento entre bloques.
Addis-Abeba, 25 de mayo de 1963
Un maravilloso proyecto lleno de dignos objetivos y principios, que por desgracia no se ha cumplido, pues guerras, neocolonialismo, pobreza...siguen vigentes.
fuente: documento incluído en el artículo de Jose U. Martínez Carreras "El despertar de África", dentro del número 28 de Siglo XX Historia Universal, de Historia16
Saludos