A ver cómo escribo esto sin parecer medio bobo; que ya tendría mérito, de todas maneras, para un bobo integral como yo.
Pues nada, por derecho y sin florituras. El pasado viernes asistí a la presentación del libro: “La última tumba”, del escritor canario Alexis Ravelo. La primera grata sorpresa fue que al llegar al lugar del evento, el escritor, que como buen anfitrión, estaba en la puerta recibiendo y saludando a los que íbamos llegando, me recibió con un: “Hola Miguel”. Esto, que puede parecer trivial, para mí no lo es. Conocí en persona a Alexis Ravelo en la pasada Feria del libro de Las Palmas de Gran Canaria, cuando el escritor cruzaba a toda leche por el Parque de San Telmo, donde se ubica dicha feria, para llegar a la estación de guaguas y coger una para el aeropuerto, ya que se iba a Bilbao a participar en algún ciclo de novela negra. Como días antes me había dejado un comentario en su blog que daba a entender que ya nos conocíamos, lo paré sin cortarme un pelo y le pedí aclaración sobre ese punto. Resultó que no, que me había confundido con otra persona, pero me resultó un tío simpático y agradable, que me atendió con las lógicas prisas, pero amable y cordial. Luego hemos tenido algún que otro contacto en Facebook y a través de su blog. Y ese es todo mi conocimiento personal de Alexis Ravelo. Así que como comprenderán, que con estos antecedentes, un tío que está en la presentación de su libro con más éxito mediático, se dirija a ti por tu nombre, dice mucho a su favor.
La presentación, a cargo del profesor Emilio González Deniz, fue un buen rato pasado entre gente de mal vivir que le gusta la literatura. Hubo muy buen humor, anécdotas, buenas lecciones (para una esponja como yo), preguntas y respuestas. Todo en un ambiente muy ameno y distendido. Se notaba que era un grupo (amplio) de amigos. Tal es así, que Alexis tuvo que darnos el toque, por la hora, para advertirnos de que si queríamos que nos rayara nuestro ejemplar había que espabilar y empezar ya con las firmas. Y ahí vino la segunda sorpresa.
Cuando llegué con mi ejemplar a la mesa, volvió a saludarme y me preguntó: ”¿Cómo se llaman los dos tunantes esos tuyos?”. Yo por un momento no sabía lo que me preguntaba y medio balbuceé que a qué se refería. “Si hombre, esos dos personajes tuyos que hablan de libros”. Y entonces recordé que efectivamente, Juan el “gamba” y Luis el “pordiosero” habían conversado una botella hablando de “La última tumba” y que Alexis lo había leído porque para eso me encargué yo de mencionarlo en Facebook. Y se marcó esta dedicatoria que ven aquí, a la derecha.
Y aquí viene la justificación del título. Hasta ahora, Juan el “gamba” y Luis el “pordiosero”, eran dos indocumentados personajes de mi invención que jugaban a la crítica literaria y que ya tuvieron su primer reconocimiento por parte de un autor. Pero la verdadera carta de naturaleza como críticos, se la otorga el hecho de que un autor, laureado, como Alexis Ravelo, considere necesario hacerles un guiño en esta dedicatoria. Ahí hay un tío que dice ¡ay, cuidado! no menospreciemos a estos dos, no vaya a ser que en la próxima crítica no salga tan bien parado. Y el respeto (miedo, sin ambages), es muy bonito, pero es imprescindible para poder ser considerado un crítico.
Y ahora, más en serio aun: ¡Gracias Alexis por esta alternativa!