Carta de Upalsa: Servicios mínimos

La de arriba es una carta enviada por la empresa encargada del transporte urbano en Palencia para un trabajador que tiene que acudir a trabajar el día de la huelga general, el 29 de marzo. Ninguna referencia a que los servicios mínimos hayan sido establecidos por la autoridad (in)competente correspondiente. Nos encontramos ante un claro caso de servicios mínimos abusivos, el 40% del transporte urbano de Palencia, superior al de Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades con mayores necesidades de transporte que la nuestra.

Me gustaría introducir un factor corrector a las conclusiones de la Huelga General: si en sanidad, la noche del miércoles trabajaron como servicios mínimos un 100% no se puede meter a esos trabajadores como que no han hecho la huelga, porque les estoy obligando a ir a trabajar. Por lo tanto, a la hora de computar los huelguistas no puedo introducir a quienes tienen obligación de trabajar como trabajadores obligatorios porque hay una coacción clara,  reflejada en la carta de arriba.

Los servicios míninimos en la Huelga General, algo que estuve debatiendo con una madre, porque consideraba que el servicio de comedor era un servicio mínimo y yo decía que no. Ella defendía que sino no podía ir a trabajar y yo le decía que no había que ir a trabajar en un día de huelga y que las trabajadoras del comedor tenían derecho a hacer huelga. (De hecho, me han comentado que en un centro de Zaragoza no fue ni una monitora de comedor a trabajar, como tiene que ser en una Huelga General.)

Los servicios mínimos tendrían que hacer honor a su nombre  y ser los mismos que hay en un día de domingo, aquello que es absolutamente imprescindible para la vida: bomberos, urgencias, … porque sino se convierten en una trampa que utilizan las administraciones para maquillar el resultado de la huelga.

A pesar de todo, el resultado de la Huelga general del pasado jueves 29 de marzo tiene un dato muy significativo  y objetivo que es la reducción del consumo energético respecto a las huelgas de 2002 y 2010. Otro dato son las multitudinarias manifestaciones que se reprodujeron a lo largo y ancho de todo el país y eso es complicado de maquillar por más que algunos medios de comunicación hagan auténticos esfuerzos de manipulación.