Escrito por: emilio el 17 May 2011 - URL Permanente
Querido Víctor:
Mientras meditaba una respuesta que fuera sensata y desapasionada, a la pregunta tan simple que me planteabas hace unos días, tu mismo me diste la respuesta.
Comunicar a quien viera y conociera: que Quien suscribe este documento,
el día 4 de Mayo del 2011 ha presentado la petición de baja como miembro en la Logia Rosario de Acuña nº 1563, federada al Gran Oriente de Francia, y de la cual era miembro desde su fundación. Así mismo se ha presentado la baja ante el GCGRF-GODDF y ante el Capitulo Apertura.
Para que conste y surta los efectos necesarios en pro del conocimiento general
Víctor Guerra
MM.:. del Rito Francés, y 4º Orden de Sabiduría
(desde hoy bajo la Bóveda Celeste)
La verdad es que me sentí aliviado. Por eso, con la tranquilidad de que no influirán en la decisión de nadie, quiero hacerte participe, y a los lectores de este blog, de unas reflexiones.
Los masones, hombres libres y honrados, se agrupan de forma diferente a como lo pudiera hacer un partido político, una sociedad gastronómica, un sindicato o una iglesia; la masonería es una hermandad de iguales, si no fuera así ¿Qué hermandad sería? Que se agrupan, los miembros activos, para trabajar en logias y cuyo fundamento y fin es la educación, formación y perfección de los hermanos que la componen, perfección que se intenta extrapolar al bien general de la humanidad, procurando mejorar la condición social del hombre especialmente a través de la instrucción, el trabajo y la beneficencia, y que regularmente constituidas, son iguales en derechos y obligaciones y sobretodo soberanas e independientes.
Las agrupaciones de logias, bajo la forma de Grandes Logias, Grandes Orientes, Grandes Prioratos, etc., etc., o como se quieran llamar, redactan sus constituciones y reglamentos, que cumplen la doble función de cohesionar internamente y diferenciar externamente y por metamorfosis, a impulsos de las burocracias obedienciales, control interno y división.
Mientras en las logias los masones practican la “Cadena de Unión”, las obediencias declaran guerras territoriales, firman alianzas, se reivindican propietarias de ritos y regularidades y en algunos casos al tiempo que la tradición, solicitan los inmuebles.
Y como la repoblación de masones en España, la han hecho las obediencias, lo extraño sería que el paradigma de masón no fuera el afiliado a una obediencia, que trabaja en una logia y a ser posible en un rito distinto al de los demás, que es el bueno. Este arquetipo, no funda logias, negocia una patente –mundo profano, alquila una franquicia- levanta columnas y a lucir collar, joyas y mandil, de lo demás ya se ocuparan los responsables de marketing de la “franquiciadora”.
¿Extrañas que las obediencias exijan fidelidad a sus afiliados y sólo permitan la crítica de aquellos que han sido autorizados a criticar? Siempre se ha tolerado a los bufones, excéntricos y locos con sus puyas y disparates, provocan risas o dan prestigio y barniz de liberalidad, pero cuando cansan o molestan, se les despide con una patada en el culo o se les encierra, y si se escapan, se avisa de que un loco anda suelto.
¿Qué hacer? Desandar el camino hasta el Hombre Libre, Igual y Fraterno –un masón-, y seguir caminando.
Un abrazo fraternal
Un Frère Isolé
Post publicado en