Cuando naciste tú, nací yo también. Nacieron mis ganas de ser mejor persona, de descubrir el mundo a través de tus ojos, saber qué piensas, qué te hace feliz, qué te hace triste, qué necesitas, qué no necesitas, cuándo estar ahí, cuándo dejarte solo.
Cuando llegaste me enamoré de ti, un enamoramiento nuevo, nunca antes sentido, en el que nunca espero nada, no tengo reproches, simplemente soy feliz a tu lado.
El mundo se congela en tus carreras hacia mis brazos, en las risas que me regalas, mis ojos se humedecen con un beso tuyo espontáneo, tus palabras me emocionan y me llegan al alma, sé que son puras, verdaderas.
Te quiero y todo lo que viene con tu amor es positivo. El mundo ya no me puede, el pasado y futuro no me preocupan. Tú eres mi mundo y eres mi presente y mi pasado, mis condicionales y mis subjuntivos.
Me gusta levantarte en brazos, aunque hoy cumplas cuatro años. Cuando tu no existías nunca imaginé que tantos sentimiento iban a caber en una mirada. Ser tu padre es un logro, una suerte.
Para el futuro me he propuesto dejarte una carta cada cumpleaños con algunos consejillos, ideas, esta es la primera. Y como cumples cuatro aquí van cuatro consejos de tu padre que se equivoca como todos pero te quiere con locura.
1.Sé tú, mírate al espejo y quiérete. Que no te importe lo que digan porque si te quieres serás fuerte y los que no te quieran nada podrán contra ti.
2. Vive con pasión porque la pasión te hará disfrutar, arriesgarte, descubrir. La pasión es más importante que el éxito porque siempre te acompaña.
3. Aprende a estar solo contigo mismo, a gusto sin nada de nadie. Serás más autónomo y eso te hará más fuerte. Cuando vengan los momentos de soledad lo notarás menos.
4. Quiere y déjate querer. El mundo es mejor cuando tu vida la llena el positivismo. Además qué bonito es querer y que te quieran.
Feliz cumpleaños hijo