Revista Cultura y Ocio
Cartas a los perdidos I Brigid Kemmerer I Cartas a los perdidos #1
Maeva Young I Abril 2018 I 416 páginas
Goodreads I ExtrasPuntuación: ★★★★☆
“¿Y si las palabras de un desconocido pudieran sanar tu corazón? Juliet Young siempre ha escrito cartas a su madre. Incluso después de su muerte deja cartas en su tumba. Es la única forma que tiene de seguir en contacto con ella y hacer frente a la pérdida. Declan Murphy es el tipo de chico con el que no te gustaría cruzarte. Tras causar un accidente de tráfico, tiene que cumplir un servicio social en el cementerio mientras trata de escapar de sus demonios. Cuando Declan encuentra una carta al lado de una tumba, la lee y no puede resistir escribir de vuelta. Pronto se ve inmerso en una correspondencia con una desconocida con la que surgirá una conexión inmediata.”
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado, donde la inmediatez y la comodidad de comunicarse tras un aparato impera en nuestro día a día. Yo soy de esa generación que se crió coleccionando cartas de correspondencia, mirando siempre el buzón esperando la respuesta de un amigo a distancia, enviando con picardía o atrevimiento una notita en clase. Porque para mí, la palabra escrita en papel perdura y siempre perdurará, como los libros impresos. Es por ello que Cartas a los perdidos, que inicia el relato con una correspondencia más que íntima y personal entre dos desconocidos, me ha encantado tanto.
Lo primero que me atrajo de Cartas a los perdidos fue su premisa. Bueno, os miento, me impactó su portada: flores hechas con trozos de cartas, escritas a mano y supurando sentimientos. Luego, ahora sí, me interés por sus sinopsis, donde los dos protagonistas se conocían mediante misivas para llegar a lo más hondo de sus almas.
De entrada, he de decir que he disfrutado muchísimo de Cartas a los perdidos, sin más. Me ha encantado que el libro estuviera narrado por dos personajes y en primera persona, y que asistiéramos a la historia de Juliet y Murphy mediante cartas, correos electrónicos y mensajes instantáneos. Me ha encantado sumergirme en los secretos contados en tinta mediante las diferentes cartas que se intercambian, y tener la oportunidad además de reconstruir una historia contada a dos voces y no quedarme simplemente con una versión de los hechos. Después, Kemmerer es una experta como narradora, y he de confesaros que su obra me ha llegado al alma, pues aunque sea una novela de corte juvenil y el destino final sea el amor, ambos protagonistas son almas errantes con un trasfondo muy complejo, viendo la vida de manera pesimista y coqueteando con la oscuridad. He de confesar que me ha gustado mucho leer este tono en una novela juvenil, y que me sentido muy atraída e identificada con ciertos aspectos u opiniones que se dan ambos personajes sobre la vida o la muerte. Un gran punto a tener en cuenta si buscamos que una novela nos llene.
También, y lo más importante, me ha mantenido enganchada de principio a fin. Kemmerer sabe dosificar la información, introducir poco a poco el drama así como los giros necesarios para dejarte sin aire en los pulmones, o los diálogos más ácidos o viperinos para seguir pegado a sus paginas. Y, desde luego, sabe cocinar un buen romance, de esos que se cuecen a fuego lento y te hacen suspirar. Eso sí, y aunque quizás en algunas escenas ambos protagonistas presentan un pasado más que truculento y oscuro para los jóvenes que son, he de confesar que la autora sabe construir buenos personajes, bien estructurados y consecuentes con sus actos, y han hecho que la historia tuviera en todo momento coherencia y consistencia, pero sobre todo, mucho sentimiento y vida en sus palabras. Magistral.
Es mi primer contacto con Brigid Kemmerer y tengo claro que leeré más novelas suyas. Además, espero con ganas que podamos leer en España la segunda parte ambientada en este mismo universo pero con diferentes personajes, o algunas de sus otras sagas. Lo devoraré todo y lo disfrutaré, seguro.
Con la colaboración de Maeva Young