cartas a un amor (I)

Querida mía.

Ya he visto las primeras golondrinas y eso me ha echo recordarte, como sonreías y te alegrabas con la primera golondrina de la temporada.

Te escribo estas lineas para contarte que llega la primavera, ya por fin termina el frio invierno. Ya se ven los primeros brotes verdes en los campos y las primeras flores.

Se lo mucho que te gusta la primavera, ver esos campos llenos del rojo de las amapolas.  ¿Sabes? he conseguido trasplantar una planta de amapola y la tengo en el alfeizar de la ventana que hay en la cocina. Se que siempre te ha gustado ese rinconcito, me decías que era un buen sitio para las plantas porque tiene mucha luz.

¿Recuerdas los domingos de picnic?, siempre hacías todo lo posible para que todos los domingos fueramos. Cogíamos cualquier comida, algo de beber y lo que mas te gustaba es esa manta de cuadros rojos, sinceramente que poco me gusta.

Ahora es cuando me doy cuenta de la realidad y es que va ser la primera primavera que voy a estar sin ti, tu mi alma gemela, te extraño y no sabes cuanto.

No se como conseguir la fuerza para seguir sin ti.

He creído conveniente escribirte para poder desahogar todo lo que tengo guardado. Despues de tantos años juntos y sin separarnos ni un solo día.

Me encuentro escribiéndote esta carta desde nuestro árbol favorito. Como cualquier domingo he cogido un poco de comida, un buen vino y tu manta de cuadros.

Desde aquí puedo ver porque te gustaba tanto este sitio, un precioso amanecer, se puede ver los pajaritos en sus nidos y escuchar el riachuelo.

Estoy pensando dejar la ciudad y comprarme una casa en el campo, ahora quiero vivir tranquilo entre la naturaleza

Cuando este instalado, cada domingo te escribiré y te contare como va la vida en el campo.

Querida mía, te quiero y te extraño. Espero que estés bien estés donde estés.