Es habitual que cuando hablamos de cartas de amor siempre pensemos en nuestra pareja, pero también tenemos que cuidar a nuestra familia, por lo que las cartas a una hermana, a un padre, a una medre, etc. también tienen que formar parte de nuestra pluma. En esta ocasión vamos a analizar las cartas a una hermana que podemos escribir. Cartas a una hermana que nos ha apoyado La vida da muchas vueltas como has podido comprobar, y todos necesitamos a alguien en quién apoyarnos cuando todo se nos vuelve cuesta arriba, cuando tenemos la sensación de que ya no hay un mañana, cuando hemos perdido nuestro camino, y por mucho que buscamos no vemos los carteles que nos pueden ayudar a volver a él. De eso te has encargado tú, mi querida hermana, sangre de mi sangre y mi punto de apoyo para lograr volver a levantarme, y es por ello que quiero escribirte estas cartas a una hermana, una fantástica hermana que siempre ha estado ahí cuando más la necesitaba, una hermana gracias a la cual vuelvo a ser la misma persona que era antes. Por ello te doy las gracias, hermana, mi querida hermana, y te aseguro que podrás contar conmigo siempre que así lo necesites. Cartas para una hermana que no vemos hace tiempo El tiempo va pasando para todos, y cada vez nos vamos mirando al espejo de distintas formas. Recuerdo cuando tan sólo éramos dos chiquillos pequeños que jugaban en el campo y aprendían a quererse como hermanos, a apoyarse y a vivir la vida. Pero no todo se mantiene por desgracia, y la vida nos ha hecho separarnos por demasiado tiempo, tanto que hay veces que me cuesta poner una imagen a tu cara. Tanto que en ocasiones me siento solo, como si hubiese perdido aquel trocito de mí que me acompañaba en aquellos momentos. Por ello te envío estas cartas a una hermana, para que me recuerdes y que vuelvas a sentir que estás a mi lado, compartiendo aquellos momentos, que espero que alguna vez vuelvan.
Fuente Cartas a una hermana