Revista América Latina
Cartas desde la azotea de Domingo de Ramos (Editorial Mesa redonda -2011), es una mirada interior a los deseos y reclamos de un hombre que ha sido volado en mil pedazos por la postmodernidad, y que desde su infranqueable atalaya diserta sobre los males del mundo, que son sus propios males; este hombre que sobrevive a sus guerras, observa como un vouyerista, con asombro y desconfianza la purulencia de los días, las caídas de Dios, los amores corrompidos; cada mañana o cada noche se convierte en el único testigo de una guerra nuclear librada en los techos de una ciudad abovedada por la tristeza, el hambre y la desigualdad, en un lugar que puede ser Lima Basora o California, desde allí resiste o se entrega al decadente ejercicio de escribir cartas que no parecieran tener otro destino mayor que el de dinamitarse a sí mismo.
16.
Escritos desde la azotea, 29 de mayo, 06:40
He pintado una escena de una guerra rupestre en mi carpa curvado como un animal de museo con escamas sin sexo y asqueroso en estado plano moviéndome lo innecesario o lo necesario según me dictan las sombras según me dicen los oráculos y los días que llevo atrincherado y sin forma como un laberinto de humo
Alá viaja en mi pecho sonajeando mi alma Pronto llegará el incierto árbol que abobará mi cabeza o el impío que será el que me acerque al señor Estoy en posición siento el escozor de la arena en los ojos y eso no hace más que convencerme de un último ruego Me inclino al oeste desde donde viene la gloria El Edén ya me espera
17.
Cartas desde la azotea, 30 de mayo, 01:05
Fatwa
La vida no es más que una sombra errante
De día o de noche es lo mismo
Sólo se inquieta como pájaro a los disparos
A los aullidos de las casas donde penan
Un brazo un dedo un ojo por el que se reflejan
Los techos chamuscados la línea clara
De una media luna
En la taza del moribundo