Imagináos qué sensación puede invadir a un preso cuando desde el exterior sabe que sus cartas son leídas, que sus mensajes llegan tras una ardua lucha por conseguirlo.
Esto es lo que han realizado los reclusos de la prisión de Albolote, en Granada. A través de La voz del mako, un blog gestionado por Giro Comunicación, los presos podrán contar sus experiencias y tener contacto con el exterior. Contarán con su propia vía de expresión, un cauce por el que podrán ser oídos y, al fin, una forma de contar en la sociedad.
En La voz del mako podéis leer sus historias, su visión del mundo, cómo viven, qué sienten, porqué escriben y todas aquellas cosas que nos quieran contar. Una iniciativa que, sin duda, servirá para mejorar sus días de condena y que, al mismo tiempo, nos puede servir de escarmiento a los periodistas. ¿Cómo no habíamos caído en la cuenta de que todo el mundo merece ser escuchado?
Estamos tan liados en el periodismo de rutina, ése en el que cuentan más las declaraciones cruzadas de los políticos que la vida real de las personas, que hechos como éste pasarían desapercibidos si no fuera porque estamos en julio y ya sabemos que los meses de estío son escasos en noticias y hay que rellenar con algo. Por eso, y analizando la noticia desde el punto de vista mercadotécnico, entono un olé por la empresa que ha tomado las riendas de este proyecto. No sólo por impartir un curso de periodismo en la cárcel, si no por llevar a la práctica la teoría que nos dan en la Facultad y permitirnos saber de la verdadera realidad. Aunque, no me negarán el tino de la empresa para llevar a cabo la iniciativa, aprovechando los meses de carencia informativa y optando por el colectivo más marginado de los marginados.
Al fin y al cabo, el periodismo consiste en dar voz a los que no la tienen, ¿no?