¿Se acuerdan de aquellos calendarios Pirelli que lucían en todos los talleres mecánicos de España y supongo que en los de medio mundo? Sí, anunciaban neumáticos, pero siempre había chicas ligeras de ropa. ¿Era por eso una mala publicidad? Bajo mi punto de vista, la publicidad intenta conseguir el mayor número de impactos (visualizaciones de posibles clientes) con la mínima inversión posible. El calendario Pirelli es sin duda el mejor ejemplo. Los costes de los calendarios, comparados con los anuncios televisivos, es de broma. Si tenemos en cuenta que la gran mayoría de esos calendarios no se tiraban sino que se colgaban en lugares bien visibles de los talleres… ¡Y seguían allí TODO EL AÑO hasta que eran sustituidos POR OTRO DE PIRELLI para el siguiente año!, sin duda es la publicidad más eficaz que se conoce. Por mucho que «no se entienda» la relación de chicas ligeras de ropa, o sin ella, con el mundo de los neumáticos. Pero el mundo cambia (y seguirá cambiando). Actualmente esas cosas parecen inadmisibles y una compañía como Pirelli ha acabado sucumbiendo a la presión. Sus carteles sexistas se han acabado… ¿o no?
Carteles sexistas. Pirelli 2016
Carteles sexistas
Siguiendo con Pirelli, el calendario de 2016 (que ya está terminando) ha sido muy diferente a otros muchos, ¿pero han dejado de ser imágenes de carteles sexistas? Seguro que no, aunque no sé si seguirán teniendo el mismo éxito en los talleres. En el del 2016 no hay muchos desnudos, aunque sí quedan algunos; otras fotos son también de mujeres y resultan insinuantes, pero la mayor diferencia está, no solo en que se trata de fotos de estudio en blanco y negro, sino que en este caso no son modelos, sino «mujeres distinguidas», entre las que hay una embajadora de ACNUR, la presidente de LUCASFILM, una tenista, una escritora, y hasta Yoko Ono, entre otras.
Me vienen a la cabeza algunas preguntas al escribir esto:
1.- ¿Dejan de ser carteles sexistas por el hecho de que tengan un tratamiento distinto, pero siguen siendo todo mujeres y, algunas, en posición bastante insinuante o desnudas?
2.- ¿Qué piensa el Instituto de la mujer de este cambio de imagen (o estrategia) de Pirelli? ¿Le parece bien por ser quienes son las fotografiadas y no representar modelos físicos perfectos e inalcanzables para la mujer media?
3.- ¿Es igualmente atacable por la intolerancia este calendario que los anteriores?
El Instituto de la Mujer denuncia este cartel que lleva veinte años en la tienda porque dice que la señora en cuestión tiene unos estándares físicos difícilmente alcanzables por las mujeres.
La actualidad en carteles sexistas y la opinión del Instituto de la Mujer
Recientemente, en Gijón, el Instituto de la Mujer ha arremetido contra una empresa de fotocopias, exigiendo que retire de su escaparate un cartel que lleva allí dos décadas. Según el instituto, «El anuncio cosifica a la mujer».
Lo que dice el dueño del establecimiento: «Me parece ridícula la carta de la Consejería de Presidencia, del Instituto de la Mujer. Es una imagen que tenemos desde hace más de veinte años. Por esa figura nos conocen y nadie nos ha llamado la atención ni nos ha dicho nunca nada». «Nosotros lo que intentamos demostrar con ese cartel era que con los medios que habíamos comprado en la empresa se podía ampliar una fotografía muy pequeña a un tamaño real». «No hay más comentarios, de esto no se necesita comentar nada más. Hay unas mentes calenturientas por el mundo que todo le sienta mal. Me vinieron a decir esta mañana: “Ponle un burka, ya verás como no te dicen nada”, y a lo mejor tenían razón».
Lo que parece más curioso de ese cartel, ahora polémico, es que no presenta ningún desnudo, pero el Instituto de la Mujer lo ve mal por, aparentemente, una cuestión muy distinta y que, al menos a mí, me llama la atención: La imagen muestra a una mujer «con características inalcanzables para la inmensa mayoría de la población femenina». Es decir, que no se dice que el cartel sea ofensivo per se o de mal gusto, simplemente que, como refleja un cuerpo que muchas mujeres no tienen, resulta inadmisible. ¿Qué me he perdido? O sea, que si fuese una señora más, digamos… normal, aunque estuviese medio desnuda, ¿no sería problema? ¿No se estaría cosificando a la mujer? Según ese criterio, el calendario Pirelli de 2016 cumple con el requisito indispensable. Una vez más, Pirelli ha hecho los deberes.
Y yo, como hombre, me pregunto…
¿Qué pasa entonces con todos esos anuncios en los que salen futbolistas con esos cuerpazos que nosotros, simples mortales, nunca hemos conseguido tener por mucho que lo hayamos deseado o intentado? ¿O con los calendarios de bomberos? ¿Deberemos denunciar tal infamia ante el Instituto del Hombre para que pongan a señores con menos pelo y más barriga para que no nos sintamos ofendidos los que no llegamos a tales estándares de perfección física?
Y luego están las redes, donde siempre sale alguien sacando sus conclusiones de todo (es muy probable que este artículo acabe teniendo algún comentario desagradable en mi blog y que alguien, ofendido, deje de seguirme, como cuando hablé de los toros, o hace menos, del bullying).
Este es uno de los comentarios que han circulado por ahí al aparecer la noticia:
«Como anunciar una tienda de fotocopias durante 20 años y que aún, el dueño, tenga la suficiente chulería como para decirle al Instituto de la Mujer que no lo piensa retirar salvo que venga la Guardia Civil, la Policía Nacional y poco menos que el Ejército a cañonazos… Trogloditas los hay en todas partes, pero algunos se merecen que se les hunda el negocio para que se den cuenta de que no se puede ir así por el mundo…».
Pues eso, que hay muy mala sangre.
Ramón Cerdá