Caruana dice que Gibraltar ha dejado de ser un paraíso fiscal

El primer ministro de Gibraltar, Peter Caruana, está realizando estos días una visita didáctica por Cataluña para ampliar el “poco conocimiento que se tiene de mi país en la península”.
Con un presupuesto de cerca de 350 millones de euros, un desempleo que no alcanza el 2% y una deuda pública que se sitúa en el 25% de su PIB, Gibraltar está capeando la crisis económica gracias a una economía muy activa, unos impuestos reducidos (el nuevo impuesto de sociedades es del 10%) y la reconversión del país de paraíso fiscal hacia un centro financiero muy activo en la capación de servicios financieros. “Ya no somos un paraíso fiscal”, afirma, “ya no hay en Gibraltar empresas off shore”. Así, la apuesta por radicar en su territorio las empresas de juego on line está dando sus frutos. El 12% de sus ingresos ya provienen de este sector que reúne en Gibraltar a una veintena de empresas.
Peter Caruana, que lleva en el poder 15 años, se enfrenta próximamente a nuevas elecciones que aún no ha convocado pero podrían ser el 27 de octubre. Está convencido que “algún día tendré que perder pero espero que no sea en esta ocasión aunque a veces se pierde sin ninguna razón” explica.
El principal contencioso de Gibraltar con España, según Caruana, se centra en el conflicto por las aguas territoriales en primer término, y en el respecto al derecho de autodeterminación secundariamente. “Sufrimos una continuada agresión de incursiones marítimas en los dos últimos años que nunca pasó con anteriores gobiernos españoles”.
En el foro tripartito (España, Gibraltar y Reino Unido) “hemos ofrecido a España un modelo de acuerdo fiscal mucho más estrecho que el que hemos firmado con otros 27 países de la OCDE pero no acabamos de avanzar por cuestiones políticas. España no quiere reconocer a Gibraltar un estatus que dice no le corresponde para que no podamos ganar ningún margen de negociación futura”.
Sobre el ancestral conflicto en torno a la reivindicación española del territorio que dura 300 años, Caruana es de la opinión que “tenemos derecho a la descolonización como el resto de pueblos colonizados. Pretender imponer la posibilidad de ignorar los deseos y voluntad de un pueblo no es propio del siglo XXI” comenta, aunque no quiere hacer ningún parangón con Cataluña ya que él se compara con pueblos colonizados mientras que sobre Cataluña cree que es parte de un Estado. De todas maneras dice que “el derecho de autodeterminación no quebranta la unidad de un Estado”.