OBRAS
CASA CAVALCANTE · 5/20/2021
Casa Cavalcante fue construida en el centro de un área de 266 hectáreas, adyacente al Parque Nacional Chapada dos Veadeiros que alberga uno de los biomas más importantes del mundo: el cerrado. Por tanto, la intención de minimizar el impacto del edificio en su entorno ha guiado todo el proceso de diseño. La escasa calificación de la mano de obra local, la enorme dificultad para acceder al sitio, el clima extremadamente caluroso de la región y el limitado presupuesto para la construcción fueron los factores que definieron su forma y materialidad.
Vista de la Casa Cavalcante desde el exterior. Fotografía de Joana França
Definimos el proceso de construcción en dos etapas. La primera utilizó elementos prefabricados de forma remota y ensamblados en el sitio de construcción, mientras que la segunda utilizó principalmente mano de obra local. Elegimos erigir primero la parte “semiindustrial” de la obra: el techo. Su macroestructura está compuesta por una secuencia modular de perfiles de caja metálica y recubierta por baldosas termoacústicas. De esta forma logramos dar sombra a los trabajadores y protegerlos del intenso sol mientras trabajaban en la segunda etapa de la obra, que utilizó procesos de construcción artesanales.
El tamaño estándar de la teja que especificamos fue el generador para la modulación estructural de la casa y la inclinación del techo. Las medidas e inclinaciones se definieron para que no se produjera corte de piezas durante el montaje, lo que minimizaría la posibilidad de errores. El uso de los aleros extendidos crea un área perimetral espaciosa que sirve como circulación entre las habitaciones y protege la casa de la luz solar directa durante las horas más calurosas del día. La circulación en el lado "exterior" proporciona el contacto constante del residente con el paisaje circundante.
Vistas desde el interior. Fotografía de Joana França
Todos los espacios internos tienen iluminación y ventilación natural. Además, los ambientes de larga estancia (dormitorios, cocina y sala de estar) también cuentan con ventilación cruzada constante y están protegidos de la luz solar directa por lo brise con troncos de eucalipto natural. Además de ser repelente de insectos, el eucalipto es un árbol fácil de cultivar. La fachada este de la residencia tiene una franja de protección más estrecha, mientras que la fachada que da al sol poniente tiene casi toda la superficie vertical protegida por este sistema de sombreado. Los muros perimetrales se construyeron con ladrillos de adobe elaborados con la arcilla local y los muros internos se levantaron con los tradicionales ladrillos huecos de 8 agujeros para facilitar la instalación de tuberías eléctricas e hidráulicas, ya que las paredes de adobe no pueden empotrar tuberías.
La casa se levanta del suelo por dos motivos: para evitar que los animales rastreros a acceder a la casa y para proteger los muros de adobe contra el afloramiento de agua en temporadas de alta precipitación. Ubicado en el cerrado, un bioma donde los incendios naturales ocurren con regularidad, cualquier construcción necesita el 'aceiro', una especie de cinturón donde hay supresión de pastos y especies de árboles pequeños. La ausencia de plantas alrededor de la casa es, por tanto, parte de la estrategia de protección contra incendios. Toda la energía eléctrica de la casa es fotovoltaica. Es producido por un sistema "off grid", utilizando paneles solares instalados en un área ligeramente distante.