Erigida sobre una colina que domina el cauce del río Piloña, dispone su caserío agrupado, sin grandes distancias entre los dos barrios o zonas que lo conforman, lo cual le confiere cierto aroma de pueblo, no tan evidente en otras localidades de parecido tamaño pero de estructura más dispersa.
Todo invita a aparcar el vehículo y comenzar a caminar por sus calles sin ninguna prisa. El paseante encontrará un rico muestrario de la arquitectura rural asturiana, con algunas casonas construidas entre los siglos XVIII y XX, sin olvidarnos de la iglesia parroquial y la capilla de Santa Lucía que, según parece, data de mediados del siglo XVII.
Para que la visita sea completa, cuenta Ceceda con algunos lugares donde se puede comer muy bien. Tal es el caso de la casa de comidas de la que os queremos hablar
Casa Colo Calle La Foina, s/n. Ceceda (ver mapa) Nava Teléfono: 985 704 016
La historia de esta casa de comidas comienza a mediados de la década de los años treinta del pasado siglo, cuando los abuelos de la actual propietaria se instalaron en el lugar al regreso de su aventura americana y decidieron abrir una tienda-chigre, de las que tanto proliferaron por entonces. En el transcurso de estas casi ocho décadas de funcionamiento el establecimiento fue transformándose hasta convertirse en lo que ahora conocemos: a mediados de los sesenta la tienda dio paso a un comedor y se empezaron a servir las primeras comidas; una década más tarde se instaló una terraza en la parte trasera, con vistas al valle; a finales de los noventa se abrieron tres pequeños comedores en el piso superior, destinado anteriormente a vivienda. Tras esta dilatada historia, Casa Colo ofrece hoy al comensal varios ambientes, lo cual está muy bien, pero ya es hora de que dejemos de hablar del escenario y nos metamos de lleno en el meollo del asunto.
La cocina de la casa muda su oferta dos veces al año, por más que los platos fundamentales se mantengan en la carta a lo largo de todo el año. Tal es el caso de la Fabada, el Filete al queso y el Pitu de caleya. Sobre estos dos últimos, que nosotros hemos disfrutado, conviene advertir que para evitar sorpresas, también existe la posibilidad de pedir medios platos, con cantidades que, damos fe, resultan más que respetables.
El comensal será tentado por otras alternativas no menos sugerentes, ya en las Entradas (Croquetas, Chorizo al horno con patatas, Parrochas con jamón...) y siguiendo por los Platos, entre los que destacan las hortalizas rellenas, ya sean cebollas o berenjenas (de carne), el repollo (de carne, de marisco) o los pimientos (de merluza y marisco). Mención aparte merecen las Setas rellenas de pitu de caleya.
En cuanto a los postres, en la oferta destaca sobre otros más conocidos, como el Arroz con leche o la Tarta de queso con fresas, un sugerente Helado de turrón con chocolate caliente.
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