Una isla rodeada de tierra
A unos 60 kilómetros de Asunción, en la zona de la Cordillera de Altos se encuentra la Casa de Retiros Marianela. Un lugar aislado en medio de la vegetación.
La misma, como puede apreciarse en las imágenes es muy grande, cuenta con más de 80 habitaciones matrimoniales, y llama la atención por su arquitectura que tiene aspectos no muy convencionales.
Está a cargo de la Congregación del Santísimo Redentor, conocidos popularmente como Redentoristas, una comunidad que nación en Italia. El Padre Atilio Cordioli fue el de la idea de esta casa de retiros y fue ayudado por arquitectos italianos.
La iglesia tiene una estructura del tipo anfiteatro. En los patios interiores se destacan los largos corredores con arcos y en las paredes se tienen numerosos detalles constructivos y apliques de diversos materiales.
Los pisos. Son todos diferentes. Fueron realizados con restos de baldosas y cerámicas traídas de demoliciones de Italia. Supongo que les habrán donado los materiales y el transporte fluvial para que justifique.
Una vez en el lugar, los fragmentos de cerámicas, se compusieron como si fueran grandes mosaicos. Los azulejos de los baños por la misma razón, son todos diferentes.
Composición. Es de destacar el gran trabajo de composición de los restos de cerámica para armar, como rompe cabezas, distintas figuras en los pisos. En las paredes también se observan apliques de cerámica y composición de figuras con ladrillos con distinto color producto de distintos tiempos de cocción.
Cada una de las puertas es de madera maciza tallada con distintos paisajes campesinos y religiosos.
Las habitaciones tienen una abertura horizontal en la parte superior de las paredes, que permiten el paso del viento y de esa manera airean las habitaciones.
La iglesia posee una cúpula, bastante original, elaborada con ladrillos. En las salas interiores abundan los cuadros de artistas locales.