Los dueños de esta vivienda querían una casa de verano danesa clásica, pero en su lugar construyeron una versión moderna con toda la tecnología necesaria.
Cuando compraron esta casa pensaron que con una renovación sería suficiente para darle un nuevo aire, pero había humedades en los cimientos y al final tuvieron que derribar la antigua casa y construir una nueva.
El resultado es esta bonita casa de vacaciones de 104 m² de madera, pintada de negro en el exterior y de blanco en el interior con una decoración nórdica que combina mucho blanco con tonos madera y naturales.
La decoración natural encaja muy bien con este tipo de viviendas, que normalmente están en la naturaleza, en poblaciones pequeñas lejos de grandes ciudades, donde se busca relajarse y descansar en un entorno más sano.
No es una decoración difícil de imitar, hay que reducir la paleta de colores a tonos arena, madera, beige y blanco, buscar fibras naturales para accesorios y textiles y limitar el número de piezas de mobiliario.
Y si el interior es interesante, el exterior todavía más, con esa bonita terraza de madera a la que se accede directamente desde la cocina, ¿os gusta? ¡feliz jueves!
Vía: Mad og bolig
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