OBRAS
CASA GABRIELA, MÉRIDA, MÉXICO · 22/10/2015
Casa Gabriela es una vivienda unifamiliar ubicada en una zona en pleno desarrollo urbano de la ciudad de Mérida, México. El objetivo era dotar al usuario de un refugio práctico y a la vez sereno, que tuviera consideraciones de seguridad, confort térmico y eficiencia energética, así como un bajo costo de construcción y mantenimiento.
La casa se cierra a la calle, sin embargo, a través de los muros colindantes genera una plazoleta, a manera de espacio público que cumple con la finalidad de producir un uso hacia la vía pública, una característica de la arquitectura tradicional yucateca que contribuye a la seguridad de los vecindarios. Este espacio es el preámbulo para el acceso a la vivienda en el que si sitúan una lámina de agua y diversos elementos orgánicos que funcionan como controladores de mosquitos. Esta zona se percibe desde todas las áreas sociales del interior, teniendo especial interacción con el vestíbulo de acceso.
El programa arquitectónico considera un área social donde convergen la cocina, la estancia y el comedor; una zona de servicios intermedia en donde se ubicó el baño y el lavadero; y finalmente un dormitorio. Tanto el área social como el dormitorio cuentan con terrazas traseras semi-exteriores, las cuales se perciben como extensiones de las mismas.
Desde la terraza social se llega al jardín trasero y a un patio abierto en la azotea. El clima de la región permite que varios vanos se cierren únicamente con tela de mosquitero, permitiendo una ventilación natural constante. Las dobles alturas cuentan con aperturas cenitales que permiten la evacuación del aire caliente, logrando una temperatura interior confortable sin necesidad de utilizar medios artificiales.
El sistema constructivo es el más común de la zona, a base de bloques de cemento, viguetas y bovedillas. Este se manifiesta en el lecho inferior de las losas que cubren las dobles alturas. Los techos bajos se encuentran aislados térmicamente con paneles de poliestireno. El manejo de celosías de cemento vibro-comprimido permite proteger el interior de la vivienda de la insolación, de la lluvia, del vandalismo y de los huracanes. El suelo es de hormigón desbastado, al igual que las placas pre-coladas in situ con las que se ensambló el mobiliario fijo. Todos los muros y plafones bajos tienen un estuco a base de cemento impermeable bruñido.
La vegetación propuesta es en su mayoría endémica. Se consideraron especies icónicas de la cultura local, otras que atraen aves silvestres y, finalmente, frutales, verduras y hierbas para consumo humano. El color se hace presente en los umbrales de acceso frontal y posterior, así como en el mobiliario y accesorios funcionales de la casa. Estos se eligieron a partir de una gama encontrada en elementos artesanales de la cultura local, así como por su capacidad de dialogar con las tonalidades de las distintas floraciones de los jardines.