OBRAS
CASA LEVADIZA EN EL DELTA DEL RÍO TIGRE, ARGENTINA · 01/08/2019
Ubicada en cercanías del Delta de Tigre, la casa tiene la particularidad de sitiarse en un área inundable, con canales internos y un bosque que invade en su mayoría la totalidad pero estando del lado del continente.
El paisaje circundante si bien inspira a un imaginario isleño, lejos está de esta característica tan peculiar; es que el borde del continente en esta área se caracteriza por factores tales como los mencionados al principio, donde prima una vegetación exuberante rodeada de canales que desembocan en el Rio de la Plata y, con una ruta provincial que pasa a un kilómetro de distancia.
Nuevamente nos encontramos con reinterpretaciones y puesta de variantes sobre algunos conceptos establecidos, donde las posibilidades tecnológicas y constructivas están constantemente poniendo a prueba diferentes modos expresivos a través un gen arquitectónico, proyectual que es el que nos interesa.
Proponemos la búsqueda de cómo se percibe y como se racionaliza el espacio en una vivienda mínima. Preferimos hablar de espacios abiertos y no de módulos, de secuencias espaciales y no de jerarquías. En este sentido definimos dos instancias de actuación posibles, las cuales articulan toda la lógica proyectual de la casa levadiza: módulo-espacio abierto/secuencias espaciales-jerarquización del espacio.
En este sentido hacemos mención a los modos de cómo articular ese espacio, porque si bien pareciera de una temática que académicamente todos lo hemos aprendido, pocos hacen diferenciación y sustancia de ella; creemos que el espacio se articula no de una única manera y su lógica depende siempre de un concepto a priori, de un lenguaje propio ;entonces, tomamos como patrón proyectual la multiplicidad que se transcribe en la secuenciación de espacios articulados a través de sus programas más duros y sus variantes espaciales quedan determinadas por sus expansiones, visuales y programas flexibles. En este caso no pensado desde la lógica espacial interna porque el programa no requiere de ello sino en la relación de sus secciones (por si llamarlo) entre el suelo y la vivienda. El espacio es completamente fenoménico, porque tiene un sujeto que es participe de él, la vivienda solo puede ser lo que es porque hay un sujeto que la vive y articula de la manera que mejor le parezca dependiendo del uso que requiera en un tiempo determinado.
Las secuencias espaciales quedan vívidas en algunas instancias: la relación del solado que recorre la vivienda en nivel cero generando espacios de esparcimiento mayor y aprovechando la altura de la casa para generarse propias sombras, la relación de las expansiones mecánicas con la altura de los arboles donde ya el sujeto es más participe de esta naturaleza abstracta y no la contempla a través de una ventana, y por último la relación intrínseca de la vivienda en su totalidad con el paisaje en general; es decir con lo que la vivienda ha generado en esta abstracción.
A diferencia de otros modelos que hemos estudiado aquí si La idea de jerarquización espacial toma forma a partir de configurar el todo en secuencias, y si definiendo un carácter formal.
La obra se materializa a través de elementos de optima colocación y logística, si bien el área de trabajo no es en el delta que solo es posible llegar en barco, aquí tampoco es un área de fácil acceso; entonces se pensó una vivienda modulada y racionalizada en relación a sus materiales, con una mano de obra capaz de llevar a cabo la totalidad de la obra. Se trabajó con paneles de poliuretano inyectado en toda su envolvente exterior y madera en el interior. La estructura es metálica con perfilería completamente modulada para la colocación de las aberturas y fuelles mecánicos laterales (balcón y acceso) que se abren y cierran según se necesite.
La expresividad de la vivienda queda definida por el negro, una abstracción dentro de un paisaje que mantiene una totalidad homogénea en su volumen pero que varía colores en el tiempo.