OBRAS
CASA MIPIBU, SÃO PAULO · 19/04/2018
Esta casa representa una situación muy común en São Paulo, un solar largo y estrecho (5,6 x 30 m), y únicamente el alzado frontal libre de medianeras.
El desafío aumenta cuando los arquitectos se enfrentan no solo a las medidas y características de la parcela, si no también a un extenso programa para este proyecto, para el que se permite una ocupación máxima de 170 m².
Considerando la inevitable verticalización de los edificios adyacentes pegados a los límites de la parcela, el primer paso fue el de invertir las fachadas, pensar el proyecto “al revés”. Al llevar el espacio exterior al interior, éste se convierte en un espacio completamente abierto, en contraposición al carácter cerrado del perímetro exterior.
El proyecto se organiza a partir de dos patios interiores que funcionan como los espacios exteriores de la casa. Además de proporcionar la luz y ventilación necesarias para la salud y aportar calidad espacial, articulan las distintas estancias.
Fotografía: © Nelson Kon
Una exigencia inesperada por parte del cliente fue la de colocar los dormitorios en la planta baja, normalmente reservada para estancias más sociales. Como solución, se opta por ascender la planta baja a la planta superior.
Fotografía: © Nelson Kon
Esta decisión genera una planta íntima invadida por dormitorios, privacidad y silencio. La planta de cubiertas se emplea como área de recreo, por lo que el tener la zona de noche en planta baja evita, además, convertirse en interrupción entre las dos plantas sociales, en este caso la planta 1 y la de cubierta. También se consigue que las plantas sociales sean las más ventiladas.
Por petición del cliente, uno de los patios se convierte en una lámina de agua, y con ello, otro importante factor nace casi de manera natural: la necesidad de simultaneidad de diseño de paisajismo del proyecto.
Fotografía: © Nelson Kon
En este sentido, se hace posible proporcionar una estructura apropiada que reciba tanto un gran árbol en la cubierta superior, en la terraza exterior junto a la habitación, como a la viga que salva el peso de las bandejas de plantas que caen sobre la lámina de agua.
Fotografía: © Nelson Kon
De nuevo, los recursos son escasos, pero hay un gran compromiso para proponer formas de seguir que conviertan el pensamiento crítico en un trabajo viable.