Construida sobre cinco burbujas volcánicas naturales la casa-museo del artista lanzaroteño César Manrique (1919-1992) es una de las joyas arquitectónicas de Lanzarote y visita obligada si tienes pensado visitar la isla. Tradición y modernidad son dos de las características de una vivienda que ha sabido combinar el arte con la naturaleza. Aunque la vivienda ha sido reformada mínimamente para albergar la actual sede de la Fundación César Manrique, lo cierto es que respeta al máximo el carácter doméstico y funcional que le impregnó el artista tras su experiencia en el Nueva York del art-pop a finales de los años 60. Sus amplios ventanales hacia la colada volcánica, sus pequeñas salas de estar en el interior de la lava o una piscina en el jameo central nos envuelven en una atmósfera irrepetible.
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