La Casa Toló, del arquitecto Álvaro Leite Siza Vieira, se distingue por la radicalidad en la forma de aplicar una solución al problema de la pendiente y lo angosto del terreno, sin perder la simplicidad del proyecto.
Esta vivienda está localizada en una superficie de unos mil metros cuadrados, en un lugar llamado Lugar das Carvalhinhas, Distrito de Villa Real, Portugal. El terreno está abruptamente inclinado y tiene una configuración particular: es muy largo y angosto. Sin embargo, el hecho de que esté mirando al sur le permite recibir una exposición solar óptima y permite disfrutar de una particular vista natural.
Mediante una posición lineal al centro del sitio, se intentó salvar todos los árboles preexistentes. La forma, resultante, de una rigurosa abstracción geométrica modular, establece la rotación necesaria de ciertos módulos para adaptarse a la naturaleza morfológica del terreno, con la impresión de un movimiento natural y con absoluta libertad.
El arquitecto proyecta una casa que se propone como un recorrido entre dos puntos, a la vez que aprovecha las orientaciones óptimas en relación a su situación y a la luz solar.
La casa en sí y sus espacios interiores y exteriores se ven severamente condicionados por la topografía existente, con un acusado desarrollo longitudinal y una acusada pendiente. El techo actúa simultáneamente como un soporte de pavimento para los jardines.
El proyecto consiste en una casa de vacaciones con tres dormitorios, un baño de visitas, living, comedor, una pequeña cocina con lavabo, despensa, e incluso una pequeña piscina exterior.
Los muros de hormigón armado llevarán un acabado externo de un encofrado especial, habiéndose diseñado su estereotomía. Los pocos muros no resistentes se construyen a partir de bloques de cemento rellenos de arena, que se revestirán de revoco y se pintarán de blanco los interiores.