El líder del Partido Popular, Pablo Casado, hablaba ayer por primera vez en el programa de “Herrera en la Cope” desde que estalló la crisis del presunto espionaje contra la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en una entrevista en la Cadena COPE. El líder popular dijo que era “absolutamente falso” que haya habido el espionaje que se ha difundido en prensa y que “jamás permitiría que se realizara algo así en la formación”.
Casado no confirmó de dónde les llegó la información del contrato de Ayuso con la empresa Priviet Sportive, propiedad de un amigo de su hermano (Tomás Ayuso), pero señaló que ese tipo de datos suelen venir “por la propia administración involucrada” e insistió en que solo se pidió a Ayuso “que diera esos datos que ella ayer confirma”. Negó Casado tajantemente el espionaje. Que esto “no es contra la familia de nadie, sino contra una persona del PP con responsabilidad política”. Pero sí resaltó la importancia del asunto a dilucidar si, en abril de 2020, “cuando morían cientos de personas cada día por coronavirus se puede hacer un contrato con un amigo y dar una comisión a su hermano”. E insistió en que “no estoy acusando, solo preguntando”.
“Estoy pidiendo explicaciones que no se me han dado. Es una cuestión interna que no he aflorado porque no tengo pruebas. Esto se arregla diciendo 'aquí no ha habido comisión' o 'esto se ha cobrado porque...' Pero se sale a decir que si estamos siendo crueles o que no se había hecho nunca. Pues a lo mejor ese es el problema, quizá por eso hemos tenido tantos problemas los partidos en cuestiones de regularidad”. Pero advirtió que “no permitiría que un hermano mío cobrara 300.000 euros por un contrato adjudicado directamente por mi Consejo de Ministros”
Al preguntarle por la posible expulsión de la presidenta madrileña, Casado señaló que “no” y explicó que el expediente se le ha abierto para “dilucidar” la información que tienen ya, que los estatutos del partido recogen que no se puede calumniar a un compañero “públicamente como se hizo ayer”. Y matizó que si, finalmente, “no hay nada”, será el primero en animar a que en el Congreso de Madrid se presente quien quiera, pero que “para mirar a la cara a sus hijos tiene que garantizar que nadie de mi partido ha cometido ninguna práctica corrupta o irregular. Ese es mi cometido”.
(El domingo, trataremos el tema en profundidad, bajo el título “La guerra a muerte del PP y el ascenso de Vox”).