No hay niño que no le guste jugar con el agua. Y no hay mejor forma de pasar un rato divertido en verano que jugando con el agua.
Vamos a ver aquí una idea barata y divertida que hará las delicias de los mas pequeños de la casa. Con unos pocos objetos realmente fáciles de conseguir podemos fabricar una cascada completamente adaptada al entorno que tengamos.
Os contaremos aquí como montar una cascada en una valla de madera, pero si no disponemos de espacio abierto, también podemos adaptarla para montarla en la bañera.
Material necesario para hacer una cascada de agua
– Varias piezas de tuberia de plástico
– Cinta adhesiva
– Tubo “flotador”
– Embudos de plástico
– Colorante alimentario
– Vasos o botellas de plástico
– Cajas de plástico de unos 60 x 40 cm de base y unos 20 cm de alto
– Cuchillo y/o tijeras
Empezaremos atando las piezas de tubería a la valla o pared, separadas unos 20 o 30 cm entre ellas. En la parte superior, colocamos un embudo para facilitar el llenado.
Cortamos los “tubos flotadores” de diferentes longitudes y los atamos a las piedas de tuberia, fijándolos también a la pared o valla, creando diferentes formas y dejándo los tubos a alturas variadas.
Finalmente, colocamos las cajas de plástico llenas de agua debajo de los tubos, y añadimos un poco de colorante alimentario para obtener agua de diferentes colores.
Los pequeños pueden usar vasos o botellas de plástico para coger agua de las cajas y echarla dentro de los tubos. Los embudos facilitarán el trabajo a los más pequeños, que pueden rellenarlos mientras se bañan en las cajas.
Se puede aprovechar la cascada de agua para ver como los diferentes colores se mezclan al verter agua de una caja a la otra, usando los tubos para hacer la mezcla. De este modo, si usamos agua azul y amarilla, por ejemplo, veremos como ambas cajas se van volviendo verdes a medida que los pequeños van jugando.
¡Ahora ya solo queda disfrutar del sol y el verano!
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