Hace tres años estuve prometida en matrimonio. Me compré el vestido, reservamos el centro de eventos, tenía las invitaciones, recuerdos y la torta temática con los novios en mazapán arriba de un árbol. Pero todo se fue a las pailas cuando, por temas de distancia familiar con algunos parientes, debimos correr la fecha del matrimonio en una semana. Esto se supo a la velocidad de la luz. Por mi lado todos sabían el por qué, pero por el lado de Alfredo (así le diremos al susodicho) no todos y un día antes del matrimonio veo en su muro de Facebook: ''Qué bueno mi amor que ya no te casas y al fin podremos estar juntos como corresponde''.Se me partió el corazón y con eso se me fue el alma del cuerpo; tomé el teléfono, llamé a Alfredo y él negó todo, incluso no sabía aún del recado de la intrusa. El tema es que no confiaba, pues a nadie en mi familia le gustaba este chico, menos a mis amigos y simplemente lo dejé plantado, por toda la historia que había detrás de ese momento cúlmine en que los sentimientos se viciaron y solamente nos casábamos porque personas maliciosas así lo decidieron.
Ahora, todos me preguntan por mi marido (obvio que son personas que no veo nunca) y les digo: No me casé y soy feliz con esa decisión. Pero admito que rehacer la vida, con varios temores al respecto del sexo opuesto, ha sido más difícil de lo que creí. Al principio estuve pegándome porrazos al estilo de Cristina Moreno (Paz Bascuñán) en Soltera Otra Vez; pero hace un tiempo, decidí estar sola y reencontrarme, los traumas no se olvidan con facilidad; hay gustos nuevos, viejos y nuevos amigos y sobretodo, recuerdos buenos que no deben de ayudar a autoboicotearme.Y ustedes, ¿han tenido alguna relación importante en sus vidas que no saben cómo superar? ¿La superaron? ¿Cómo?
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