Casi ninguna está bien

La ilustradora valenciana Ana Penyas fue la primer mujer en ganar el Premio Nacional de Cómic y, con ella, subieron al podio también sus abuelas y todas las generaciones anteriores a la nuestra. Son las protagonistas de Estamos todas bien, cómic publicado en 2017 y que recupera la historia de las dos abuelas de Penyas, ambas con vidas muy diferentes, pero con unas circunstancias sociales e históricas comunes, que afrontaron como supieron o como las dejaron. El tema es tan profundo que a mí se me quedó corto este libro, me dejó con mala sensación, con un vacío en el estómago que apenas se estaba rellenando. El dibujo es muy agradable de ver, casi como si te pudieras imaginar a la autora dándole vida y color con unos creyones de infancia.

Esas madres y abuelas que ahora son ya muy mayores trabajaron, dentro y fuera de casa, con el firme deseo de que sus hijas e hijos tuvieran una vida mejor, creo que nunca se imaginaron que verían a su descendencia sin tiempo ni para tomarse un café con ellas. Así que no, ellas no están bien, más allá de los achaques propios de la edad, sufren por unas familias que corren todo el día en la búsqueda de una vida estable que no existe. Mientras, ellas, que acumulan sabiduría, intentan cazar al vuelo a los suyos para darles un consejo y, sobre todo, para conseguir darles un beso y retener, durante unos segundos, el tiempo.