Las larvas de la almeja de río o margaritona -denominadas por los científicos gloquidios- requieren de un “pez huésped” intermedio para su desarrollo.Instaladas alrededor de dos meses en las branquias del huésped, en este caso un pez fraile, las larvas sufren una metamorfosis que las transforma en pequeños juveniles que, posteriormente, acaban desprendiéndose del pez que les aloja y alcanzan el fondo del río, donde se entierran durante los primeros meses de vida hasta emerger del fondo, donde vivirán parcialmente enterradas entre el suelo o sedimento. Los peces serán liberados al medio natural utilizando el blenio como vehículo de transporte.
Hay que recordar que el vaciado de cualquier balsa de agua, independientemente de la propiedad de la misma, requiere la notificación a los APNs. Los Agentes determinarán el tipo de especies que en ella se encuentran, si son autóctonas, exóticas o amenazadas, para actuar según sus protocolos.Fuente: Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de AragónPara conocer un poco más al Pez Fraile o Blenio de río: