El tema de la donación de útiles, fundamental por cierto, no nos deja ver otras necesidades que no por menos urgentes dejan de ser importantes.
Y es aquí donde me voluntarizo para liderar otra campaña de bien público.
La idea surge de la simple observación y la propia necesidad. Habiendo tanta campaña para donar útiles, qué hago con todos los inútiles que conozco y frecuento y no se a quién endosar?
Como se que no soy el único, apelo también a vuestra sensibilidad y pido su ayuda. Hagamos correr la voz y promovamos la campaña "Done un inútil, seguro hay alguna organización que los necesita".
Podríamos arrancar con una campaña gráfica en subtes, en revistas de circulación masiva y de a poco ir entrando también en radio y TV. El único problema es que para el casting mental que voy haciendo, se me aparecen una y otra vez las mismas caras. Supongo que será una limitante producida por la costumbre. Seguro que a ustedes también les pasa. Todos tenemos nuestro inútil propio, tan caro a nuestros sentimientos y, sobre todo, tan caro de mantener, para lo que rinde.
De todos modos, ya empecé a trabajar la redacción de la campaña y me va gustando como queda. Algunos de los textos serían:
- Esa persona que no puede afrontar más de 1 tarea simultáneamente, no la descartes. Doná un inútil. Hay una organización que los necesita.
- Vos conocés a alguien que hace 2 horas está tratando de adjuntar un archivo a un mail. No le revientes la nuca de un zapatazo. Doná un inútil. Hay una organización que los necesita.
- Le pediste una lista simple en Excel y no hay manera de conseguir que la termine? No le encajes la PC de sombrero. Doná un inútil. Hay una organización que los necesita.
- No entiende consignas simples como "pasame un llamado sólo si es urgente"? No le hagas tragar el teléfono con guía telefónica incluida. Doná un inútil. Hay una organización que los necesita.
- Tenés un jefe que no suele adueñarse de ideas ajenas y oculta su ineptitud con maltrato? No le hagas un enema de vidrio molido. Doná un inútil. Hay una organización que los necesita.
Como estos hay miles de ejemplos. No sólo de inútiles a ser donados sino también organizaciones que están dispuestas a recibirlos.
No me dejen solo en esta movida. Acerquen a sus inútiles, cuenten cuáles son sus características y, de paso, cuál sería la organización receptora. Recuerden que la función pública está casi saturada, aunque algunas plazas quedan.