Caso de Lucy Harbin, el (USA, 1964)

 

Título original: Strait-Jacket

Director: William Castle

Guion: Robert Bloch

Música: Van Alexander

Fotografía: Arthur E. Arling

Género: Terror (Horror), Psycho Killer

Reparto: Joan Crawford, Diane Baker, Leif Erickson. Howard St. John. John Anthony Hayes, Rochelle Hudson, George Kennedy, Edith Atwater, Mitchell Cox. Vicki Cos. Patricia Crest. Laura Hess. Howard Hoffman. Patty Lee. Lynn Lundgren, Lee Majors, Robert Ward

Argumento

Lucy Harbin es una mujer que ha estado los últimos veinte años de su vida en una institución mental (entonces manicomio) tras asesinar brutalmente con un hacha a su joven esposo y la ex-novia de este, a quienes pilló en la cama.
Ahora, con el visto bueno de sus médicos, sale de la institución para irse a vivir con su hija, que está prometida con un guapo joven de familia rica, y que de niña presenció el horrible y sangriento asesinato.
Al principio la relación entre las dos será fría, pero poco a poco irán conociéndose y queriéndose.
Lucy , cambia su aspecto, vistiendo prendas más juveniles además de llevar una bonita peluca.
Todo va francamente bien hasta que un mal día aparece en la casa uno de los médicos de Lucy. Este, al hacerle unas preguntas, comprueba que ella no está muy bien y decide volver a internarla.
Desde ese momento se producirán nuevos horribles asesinatos. 

"Horrible" film de horror, de genuino sub-género del "Psycho killer", no por ser fuerte desde el punto de vista, por ejemplo, gore, sino por resultar un tostón casi insoportable (yo lo soporté y aguanté hasta el final, pero sufriendo).
Y sufriendo de lo aburrida y torpe que es, sin sentido del ritmo ni de la atmósfera.
Diálogos paupérrimos, viciados estereotipos,  escenas que causan vergüenza ajena de lo nada creíbles que son, y mogollón de tópicos chuscos que hacen que nada resulte mínimamente riguroso.
Y es una sorpresa, negativa, claro, por cuanto su director William Castle, había conseguido alguna buena obra. Películas de poco presupuesto, modestas en cuanto a ambición, pero imaginativas y resultonas, amén de muy amenas.
En este caso es un bodrio, dando pena ver a toda una Joan Crawford (en el ocaso de su carrera, vale) en semejante entuerto, con lo que había sido.
En fin, que mala, francamente mala.
¡Ah! Por cierto, en el IMDB la nota media de este bochorno es de 6,8 sobre 10. Permítanme que me descojone.